De manera similar a sus pares latinoamericanos, el presidente Gustavo Petro cuestionó la política genocida del Gobierno israelí durante la celebración del Día de los Trabajadores. Autor: El País Publicado: 01/05/2024 | 09:01 pm
REDACCIÓN INTERNACIONAL, mayo 1ro.— Las tradicionales conmemoraciones por el Día de los Trabajadores añadieron este año una motivación especial: rechazar el genocidio israelí en Gaza y reivindicar el derecho del pueblo palestino a ser considerado un Estado.
En Colombia, el presidente Gustavo Petro, primer jefe de Estado de ese país que conmemora la fecha con su presencia en los actos populares, anunció durante un discurso por las efemérides en la Plaza de Bolívar que este jueves su país romperá relaciones con Israel «por tener un Gobierno y un Presidente genocida».
La solidaridad con la causa palestina fue punto común en muchas de las manifestaciones alrededor del mundo, que también coincidieron en la demanda de mejores condiciones laborales.
Según narró Telesur y de acuerdo con medios internacionales, durante la fiesta del proletariado mundial se produjeron manifestaciones pacíficas en Malasia, Indonesia, Tailandia, Japón, Nepal, Bangladesh y Corea del Sur, y hubo altercados entre manifestantes y la policía en la capital filipina, Manila.
En Grecia, los trabajadores exigieron incrementos salariales que compensen los recortes de cerca de un 40 por ciento en los haberes ejecutados por gobiernos anteriores, debido a políticas de ajuste dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Bajo el lema Por el pleno empleo: menor jornada, mejores salarios, miles de trabajadores convocados por la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CC. OO.) se volcaron a las calles de España y reclamaron una reducción de la jornada laboral que no entrañe recortes salariales, entre otras condiciones.
En Alemania, organizaciones de izquierda y anticapitalistas anunciaron su intención de convertir las movilizaciones en plataforma para denunciar los crímenes de guerra del Gobierno de Benjamín Netanyahu contra los palestinos, en previsión de lo cual la policía desplegó más de 5 000 agentes para vigilar a los manifestantes, a los que amenazó con intervenciones y arrestos si incurrían en supuestos delitos de carácter antisemita o de incitación al odio contra Israel.
Mientras, las fuerzas de seguridad de Francia detuvieron a decenas de personas en Lyon, donde grupos de alborotadores vandalizaron establecimientos comerciales y lanzaron cohetes de pirotecnia contra los agentes, quienes cargaron contra ellos y los gasearon.
También hubo detenidos en la capital, París, durante el desfile principal de la jornada, cuando la policía utilizó la fuerza contra los manifestantes, quienes marchaban pacíficamente.
En América Latina
Un marcado carácter reivindicativo tuvo la conmemoración del 1ro. de Mayo en diversos lugares de Latinoamérica como Argentina, donde la fecha fue marco para repudiar nuevamente la política económica del presidente Javier Milei.
Los actos fueron convocados por la Central General de Trabajadores (CGT), con el respaldo de otras centrales sindicales bajo el lema La Patria no se vende, y el anuncio de otra huelga general el próximo día 9.
En un comunicado, la CGT denunció que «todos los derechos sociales, laborales, sindicales y profesionales se encuentran amenazados», y agregó que el 1ro. de Mayo era «un día de reivindicación y defensa de las conquistas y los derechos adquiridos, que se pretenden vulnerar sin respetar la voz de los trabajadores».
Reclamos parecidos se escucharon en las marchas de trabajadores en Quito y otras ciudades de Ecuador, donde se pidió trabajo digno ante el incremento del desempleo, y fueron visibles carteles contra el presidente Daniel Noboa y su política económica.
También en Uruguay la conmemoración a nivel nacional y con la presencia de candidatos presidenciales del oficialismo y de la oposición de izquierda aglutinada en el Frente Amplio, tuvo un carácter reivindicativo al servir de marco para denunciar el ascenso de la pobreza y el apoyo a un plebiscito sobre la seguridad social que tendrá lugar durante las elecciones de octubre, según el reporte de PL.
Hubo movilizaciones de carácter pacífico en Chile, donde miles de personas desfilaron por la Alameda, en Santiago de Chile, y exigieron mejores salarios y pensiones más altas.
Respeto a la libertad sindical y a recibir salarios dignos fue una de las exigencias de los trabajadores movilizados en Paraguay.
Igual que Petro, otros presidentes sudamericanos participaron en los actos populares, como Luis Arce en Bolivia, Nicolás Maduro en Venezuela, y Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, quien ratificó el compromiso de instaurar políticas que beneficien a los trabajadores.