Póster tomado de @Caricom_Cuba Autor: Juventud Rebelde Publicado: 08/12/2020 | 10:47 pm
La Comunidad del Caribe (Caricom) y Cuba confirmaron la solidez de sus nexos y la importancia que conceden a estos, en la conciencia de que la unidad es imprescindible para vencer los desafíos actuales.
Así se desprende de los resultados de su 7ma. Cumbre, celebrada este martes de modo virtual debido a las restricciones que impone la pandemia de la COVID-19, y que fue abierta y clausurada por el Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien identificó la unidad y la cooperación como «nuestras armas más preciadas», y confirmó la vitalidad del mecanismo entre la Caricom y la Mayor de las Antillas.
El copresidente de la reunión fue el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, en su condición de presidente pro-témpore del Consejo de Jefes de Gobierno de Caricom.
Díaz-Canel manifestó además la certeza acerca de la necesidad de redoblar los esfuerzos por la paz en estos momentos, y reafirmar el compromiso asumido por América Latina y el Caribe con la Proclama que declaró a nuestra región como Zona de Paz, durante la Cumbre de la Celac celebrada en enero de 2014 en La Habana.
El Presidente cubano estimó que la Declaración final de la cita de este martes recoge el sentir de nuestras naciones, así como los principios que rigen las relaciones bilaterales y marcan el rumbo del futuro. Un Caribe unido es más fuerte, aseveró.
Durante los debates se puso de manifiesto que la solidaridad entre nuestros países es indispensable, que el cambio climático constituye uno de los principales desafíos para nuestras naciones y la importancia que tiene para su desarrollo, contar con mecanismos crediticios más asequibles.
También se ratificó la necesidad de buscar alternativas para incrementar el intercambio económico-comercial en la región, como se expresa en la Declaración Final de 24 puntos acordada en esta 7ma. Cumbre, con la cual se conmemoró aniversario 48 del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los cuatro Estados independientes de Caricom y Cuba y el aniversario 18 del Día Caricom-Cuba.
El apoyo a los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas y el Derecho Internacional, y la identificación del multilateralismos como piedra angular en la búsqueda de soluciones mancomunadas a los problemas de hoy, que también quedaron plasmados en ese acuerdo, y ello constata la solidez de los nexos de solidaridad y hermandad entre los países de la Caricom y Cuba.
En su intervención el Presidente cubano, en la clausura del evento, informó que el mecanismo celebrará su próxima cita en 2022, cuando se conmemorará el aniversario 50 de las relaciones bilaterales, una decisión de los caribeños que agradeció y confirmó.
Por su parte, Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, en su calidad de presidente de la Confederación de Jefes de Gobierno de la Caricom, estimó que en la reunión hubo «una reflexión exhaustiva de los temas que nos ocupan y de la Declaración que, creo, los pueblos del Caribe apoyarán».
Gonsalves destacó dos de los puntos del texto final: el referido a la compensación (por las otrora metrópolis) a los países del Caribe por los daños que les ocasionó la esclavitud, asunto acerca del cual habrá el día 14 un debate del subcomité que atiende el tema, informó, y el relativo al rechazo del conglomerado a las medidas coercitivas unilaterales, que él reiteró, como en la apertura, con el llamado a poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, y a la persecución a las transacciones financieras en torno a la Mayor de las Antillas.
El Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas también manifestó su cariño al pueblo cubano y, en nombre de su Gobierno, felicitó a Venezuela por las elecciones legislativas del pasado domingo.
Nuevos retos
La cita transcurrió con el rumbo puesto en los propósitos de fortalecer las relaciones entre la Caricom y la Mayor de las Antillas, así como en hallar soluciones a los problemas comunes y de mayor incidencia en nuestra región.
En tal contexto, el enfrentamiento al cambio climático y las relaciones económicas y comerciales intrarregionales formaban parte esencial de la agenda.
Una vez más se puntualizaba en la identidad caribeña y en el desarrollo progresivo de las relaciones políticas y de cooperación, fortalecidas por los acuerdos, los intercambios y la concertación en los foros internacionales, en beneficio de nuestros pueblos; y guiados por los principios de la solidaridad y complementariedad, como reflejaba el documento aprobado.
Precisamente, al abrir la reunión, el Presidente Miguel Díaz-Canel había llamado a defender esa solidaridad y la cooperación «como fuerzas indispensables para enfrentar juntos los grandes desafíos y las amenazas que nos acechan».
En tanto Gonsalves recordaba los grandes acontecimientos constatados en nuestro hemisferio y el mundo desde la última cita, en diciembre de 2017, y puntualizaba que, como resultado del azote del nuevo coronavirus, han surgido nuevos retos y se complica la manera en que los mandatarios deben llevar adelante la labor en el área económica y en materia de salud.
En estos tiempos, hay que comprender y actuar con solidaridad entre nosotros, consideró, al tiempo que recordó que como consecuencia de la pandemia, habrá un decrecimiento económico en la región que para la mayoría de sus países será de dos dígitos.
El FMI, evocó, ha pronosticado un descenso del PIB regional del 13 por ciento; pero para las naciones caribeñas será de casi el 20 por ciento.
Ello puede empeorar debido a las medidas de largo plazo implementadas en la esfera del turismo por naciones europeas y de otras latitudes.
Gonsalves estimó que también el contexto geopolítico, caracterizado por retos igualmente difíciles, exige de Caricom y Cuba el fortalecimiento de las acciones colectivas. Como evidencia de ello mencionó el constatado deterioro del multilateralismo, y ensalzó el valor que Cuba da a ese principio.
Asimismo, elogió las acciones de la Mayor de las Antillas en favor de la cooperación sur-sur, y agradeció su solidaridad en materia de salud, lo que ha fortalecido la capacidad de respuesta de los países de la Comunidad del Caribe ante la COVID-19, dijo Gonsalves en alusión a los 626 colaboradores cubanos de la Salud que han acudido a 12 de los 14 Estados independientes de la Caricom para enfrentar la pandemia, así como a otros cinco territorios no independientes del área. Rechazamos a quienes buscan denigrar esos actos, enfatizó.
En otra parte de sus palabras, Gonsalves consideró que el cambio climático es el fenómeno que más consecuencias negativas traerá a la región y que esta deberá enfrentar en los próximos diez años. Ello, alertó, pone de relieve la urgencia de alistarnos.
El tercer orador en la apertura fue el secretario general de la Caricom, embajador Irwin LaRocque.
Como ocurre habitualmente, el evento coincidió con el Día Caricom-Cuba, fijado cada 8 de diciembre en evocación al día de 1972 en que Barbados, Guyana, Trinidad y Tobago y Jamaica establecieron relaciones diplomáticas con Cuba. Con esa decisión valiente, sus líderes trazaron la política de la Comunidad del Caribe hacia Cuba, e iniciaron la ruptura del aislamiento diplomático a que EE. UU. quiso condenarla.
Desde entonces, la Caricom y Cuba se reúnen cada tres años representados por sus Jefes de Gobierno, y se estrechan y profundizan los nexos entre ambas partes.
Esos lazos que unen a Cuba y el Caribe están basados en los principios de solidaridad, amistad, hermandad, gratitud y apoyo pleno al Caribe, planteados por el líder histórico de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Resulta importante que en el contexto actual, el primer punto de la Declaración señalara: «Reiterar que la unidad y la integración de nuestra región se basa en el respeto irrestricto de los Propósitos y Principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, en particular, la soberanía, la autodeterminación, la integridad territorial, la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, la solución pacífica de las controversias, la prohibición de la amenaza o el uso de la fuerza; así como en la promoción y protección de los derechos humanos para todos».