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Visita de trabajo de Miguel Díaz-Canel a la Federación de Rusia

Procedente de San Petersburgo, el Presidente cubano y la delegación que lo acompaña llegaron al aeropuerto Vnukovo de Moscú. Acudió a darle la bienvenida Seguei Rabkov, viceministro de Relaciones Exteriores de la Federación de Rusia

 

Autores:

René Tamayo León
Leticia Martínez Hernández

Procedente de San Petersburgo, el Presidente cubano Miguel Díaz Canel Bermúdez, su esposa Lis Cuesta, el Vicepresidente Ricardo Cabrisas y varios ministros que le acompañan en esta visita de trabajo a Rusia, llegaron al aeropuerto Vnukovo de Moscú.

Acudió a darle la bienvenida Seguei Rabkov, viceministro de Relaciones Exteriores de la Federación de Rusia.

Según publicó en su cuenta de Facebook la periodista Arleen Rodríguez Derivet, esta es la última escala de la gira del mandatario cubano por países de Europa.

Encuentro con el gobernador de San Petersburgo

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sostuvo hoy conversaciones oficiales con el gobernador de San Petersburgo, Alexander Beglov, en el segundo día de su visita de trabajo a la Federación de Rusia. 

San Petersburgo es una deslumbrante ciudad puerto de Rusia en el mar Báltico. Fue la capital imperial por dos siglos y la fundó en 1703 Pedro el Grande, tema de la icónica estatua del Jinete de Bronce que se levanta aquí.

Es considerado el centro cultural de este vasto país y también símbolo de la valentía y tenacidad del pueblo ruso, que aquí resistió, detuvo e hizo retroceder a las hordas fascistas durante la Segunda Guerra Mundial, cuando era denominada Leningrado.

El mandatario cubano sostuvo también un fraternal encuentro con el Presidente de la Asamblea Legislativa de San Petersburgo Viacheslav Makarov, quien expresó su admiración por la obra de la Revolución y rechazó el inhumano bloqueo de EE.UU. a Cuba.

Visita al museo Crucero Aurora

El mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, inició en la Federación Rusa una visita de trabajo que da continuidad a la colaboración bilateral como parte de las excelentes relaciones mutuas. Rinde homenaje a soldados y pueblo soviético caídos en el cerco nazi al antiguo Leningrado (San Petersburgo). Recorre el museo Crucero Aurora, uno de los símbolos de la Gran Revolución de Octubre.

La lluvia pertinaz que cala los huesos de cualquier caribeño, y las temperaturas que oscilan alrededor de los cinco grados (a veces hacia abajo; a veces poco hacia arriba), no contuvieron al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en su encuentro con la historia rusa y soviética.

Llegó a la ciudad sobre la una de la tarde de este domingo (hora local) como parte de la gira que realiza por naciones europeas (Irlanda, Bielorrusia y ahora Rusia) y su reciente participación en la 18va Cumbre de los Países No Alienados en Bakú, Azerbaiyán. De aquí se dirigirá a Moscú, capital del gigante país euroasiático. 

A su arribo al aeropuerto de San Petersburgo, lo esperaba Evgeny Grigoriev, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del gobierno local. También lo recibieron los dirigentes cubanos Ricardo Cabrisas Ruíz, vicepresidente del Consejo de Ministros; Raúl García Barreiro, ministro de Energía y Minas, y el embajador Gerardo Peñalver Portal. 

En el avión de Cubana procedente de la capital azerí llegaron junto al Jefe de Estado, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla y el titular de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz. 

Llegada al aeropuerto de San Petersburgo 

Sin casi apenas «sacudirse la lluvia», el estadista se dirigió hacia el cementerio de Piskaviovskoye —a poco más de 20 kilómetros de la ciudad—, donde se honran los restos de casi 500 mil personas —soldados y civiles— que murieron durante el cerco nazi fascista y la defensa de Leningrado en la Segunda Guerra Mundial. 

Díaz-Canel depositó una ofrenda floral frente al monumento que recuerda a los héroes y mártires de la Gran Guerra Patria (1941-1945) en esta ciudad, tras lo cual un destacamento de ceremonia de las fuerzas armadas rusas hizo un pase de revista frente al mandatario. 

«Resulta realmente conmovedora la visita al museo Memorial de la Defensa y el Asedio a Leningrado», escribió el presidente antillano en el libro de visitantes, donde recordó que durante los 900 días de asedio nazi (desde septiembre de 1941 hasta enero de 1944) más de 700 mil personas murieron. Pero «la ciudad nunca se rindió», recordaba. 

«El papel que jugó la Ciudad Héroe de Leningrado durante la Gran Guerra Patria constituye un vivo ejemplo de resistencia y defensa de la tierra querida. Son hechos que no deben olvidarse para evitar que se vuelvan repetir tan trágicos acontecimientos». 

Así continuaba el mandatario en su texto homenaje; y añadía: «No olvidamos que junto a los leningradenses también combatió el joven cubano Aldo Vigó Laurenti, quien derramó su heroica sangre en pleno bloqueo a Leningrado. 

«Hoy los tiempos que corren son convulsos y de incertidumbre ante la escalada agresiva del imperio yanqui. Inspirados en esta historia común, los pueblos cubano y ruso continuarán defendiendo la independencia, la soberanía y el derecho a la autodeterminación». 

Al recordar que el próximo año se conmemorará el 75 aniversario de la victoria sobre el fascismo, Cuba también estará «rindiendo homenaje al heroico pueblo ruso, y en particular a los leningradenses heroicos», escribió también.

El Presidente cubano visitó a continuación el Crucero Aurora, conservado como buque museo, y uno de los íconos de la Revolución de Octubre de 1917. 

El 25 de octubre de aquel año según el calendario juliano (hoy corresponde al 7 de noviembre en el calendario Gregoriano), a las 9:45 de la noche, el disparo de su cañón de popa fue la señal para iniciar el asalto al Palacio de Invierno por los revolucionarios rusos, y en el que participaron marineros del navío. 

Conducido por guías de la marina rusa, a cuyo cargo está la histórica nave, Díaz-Canel recorrió —siempre bajo la lluvia— la cubierta de la embarcación y su interior, donde vio los camarotes y supo de la vida cotidiana de la marinería. 

Al llegar junto a una réplica del yate Granma que custodia el museo, y que fue un regalo de Fidel, los guías rusos le explicaron que cada vez que un cubano visita el Crucero, dicen que el Granma fue para la Revolución Cubana, lo mismo que el Aurora para la Revolución Bolchevique. 

El mandatario isleño también recorrió el museo de Arte Hermitage, uno de los más importantes del mundo. En la jornada de este lunes, entre otras actividades, Díaz-Canel sostendrá encuentros con personalidades del Gobierno y el legislativo de San Petersburgo. 

La visita de trabajo continuará en Moscú, donde están previstas sesiones y encuentros con las principales autoridades del país, como continuidad de una intensa agenda de intercambios al más alto nivel, incluida la visita de Díaz-Canel a Moscú en noviembre de 2018 y la de Dmitri Medvédev a La Habana hace pocos días atrás.

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