Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

EE.UU. vs Venezuela: intervención «humanitaria»

Las falsas preocupaciones de Washington otra vez buscan justificar la injerencia

Autor:

Marina Menéndez Quintero

Todo indica que estaban sobre lo cierto los «varios altos funcionarios, diplomáticos y senadores» de Estados Unidos consultados por el diario español ABC para una investigación a distancia que permitió al rotativo develar, el lunes, que «Estados Unidos trabaja en un plan de transición en Venezuela».

Según el periódico, esos «altos funcionarios, diplomáticos y senadores» le habrían aconsejado a Donald Trump preparar una «propuesta de intervención» en el país bolivariano ante lo que ABC llama «la certeza» (¿de Estados Unidos?) de que la presunta «crisis humanitaria» que vive Venezuela puede provocar «la caída del régimen», y un alto número de refugiados.

«El único escenario que no contempla la Casa Blanca, puntualizó, es una misión armada unilateral, a pesar de que Trump ha expresado esa posibilidad en varias ocasiones».

Entonces ABC recuerda declaraciones recientes del fantoche de la OEA, Luis Almagro, según el cual «ninguna opción debe descartarse» para deponer al Gobierno de Nicolás Maduro y, en cuanto a la intervención militar… De producirse, afirmó,«sería a través de una coalición, con un objetivo limitado».

Traigo tan larga mención a cuento para que el lector pueda hallar de dónde sale el hilo conductor, cuando sepa que 24 horas después, en el llamado III Diálogo Presidencial del injerencista y tendencioso Grupo Idea (Iniciativa Democrática de España y las Américas), Almagro, como buen peón y seguido por exmandatarios que compiten con él en lo obedientes, no solo volvió con la catilinaria del estado de «crisis humanitaria», sino que le arrojó al Estado bolivariano otro fardo: es un país «comido por el narcotráfico», dijo. Y sugirió que así como hubo un Plan Colombia, ahora se necesita un «Plan Venezuela».

Así Almagro y los acólitos derechistas y pronorteamericanos que le acompañaban hicieron corrillo, como plañideras pagadas, para justificar la intervención (armada o no, pero con supuesto cariz regional) contra Caracas.

Ya lo advertía ABC en su enjundiosa nota: «La Casa Blanca ha autorizado consultas sobre una acción armada si lo piden aliados suyos en Sudamérica».

Al dar cuenta de la reunión, el sitio web PanAm advirtió la jugada y tituló, también sobre el filo de lo visible-invisible: «Se mueven fichas ante posible intervención humanitaria en Venezuela».

Los antecedentes están a la vista. A principios de junio, la Asamblea General de la OEA —donde, pese a su manipuladora campaña, EE. UU. y Almagro no han conseguido en casi dos años una resolución que justifique intervenir de manera directa— aprobó finalmente un texto donde introduce por primera vez el término de«crisis política, económica, social y humanitaria» en Venezuela, con lo cual quiso sentar y acuñar ese precedente. El mismo que blande ahora Almagro con la gente de Idea, y el que «explica» por qué la administración Trump estaría pensando ya en «una transición».

Huelga hablar de la hipocresía de aplicar el término al panorama venezolano, donde las carencias están dadas, en buena cuota, por las propias medidas financieras de castigo y coerción aplicadas por Washington.

Resulta un término cuestionable, además, cuando en contraposición, el Gobierno venezolano alivia los padecimientos de sus emigrados adonde se fueron, con el plan Vuelta a la Patria: un programa del que lamentablemente ningún medio «grande» habla (salvo el alternativo Telesur) y en virtud del cual ocho mil venezolanos que se habían marchado, regresaron a Venezuela en las últimas semanas.

Sin embargo, desde Washington insisten en brindar una «ayuda» financiera que, ya se sabe, solo busca la  subversión, apoyados precisamente en su farisea preocupación tan humana.

Senadores demócratas y republicanos dieron a conocer el 26 de septiembre un proyecto de ley que todavía debía recibir el visto vuelto del pleno del Congreso, en el que proponen la creación de un fondo «de asistencia humanitaria» de 40 millones de dólares y 15 millones de dólares para apoyar a la sociedad civil venezolana, dijeron despachos de prensa.

Y, como para que no quedaran dudas de sus buenas intenciones, los congresistas también solicitaron al Departamento de Estado «trabajar con los gobiernos de América Latina para establecer sus propios programas de sanciones y aumentar la coordinación de sanciones con aliados europeos y latinoamericanos», reportó AFP.

Tal vez la reunión de Idea —donde también se vituperó contra Cuba— anduviera por ahí… A fin de cuentas, si hubiera intervención ¡será llena de «humanidad»!

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