Abrazos a la Patria extendida

NUEVA YORK.-Nuestro Himno Nacional fue cantado con emoción, en la noche de este viernes, desde la Misión de Cuba ante las Naciones Unidas. Centenares de voces amigas, casi todas de cubanos radicados en Estados Unidos, se sumaron en un acto que para ellos no debe ser común: entonar esas notas firmemente, con solemnidad y orgullo.

De ese modo comenzó el encuentro que tuvo a la Isla como inspiración y que contó con la presencia del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

A quienes viven en el país norteño y están unidos por sus historias de vida y por sentimientos a la Patria de las palmas, el Jefe de Estado les llamó compatriotas en las palabras que allí pronunció a modo de pórtico de un encuentro que se convirtió en múltiples abrazos, en diálogos de hermandad, en aliento para el combate por romper el bloqueo, en saludos al Presidente que ha llegado por estos días a Nueva York para traer un mensaje de paz y dignidad desde el país caribeño.

Resultó inevitable la presencia del alma martiana en todo cuanto sucedió en el emotivo encuentro con los cubanos residentes en Estados Unidos. Díaz-Canel recordó el misterio de ternura de nuestro gentilicio —esa dulcísima palabra: cubano, como dijera el Apóstol—; y evocó al líder histórico de la Revolución como el «principal artífice del fortalecimiento de los vínculos con los cubanos residentes en el exterior».

«Su visión estratégica, afirmó, continuada por el Primer Secretario Raúl Castro Ruz, nos llevó a promover la reforma migratoria más profunda realizada durante los últimos 60 años, piedra angular de la política de nuestro gobierno hacia sus nacionales en el exterior».

A los presentes, el mandatario les confirmó que el fortalecimiento de los vínculos entre Cuba y sus nacionales en el exterior es continuo e irreversible, como muestra de la continuidad de la Revolución y de la Unidad de la Nación.

«Nunca olvidaremos la oportunidad que nos han dado hoy de acercarnos a la Patria extendida en ustedes, aquí, en la misma ciudad donde dicen que los humildes emigrados cubanos dieron a Martí el título de Apóstol».

Así, de humano y salvador, resultó el encuentro del Presidente y la delegación que lo acompaña, con los cubanos residentes en tierra norteña que, por encima de absurdas hostilidades, deja entrever a la Patria de José Martí, a ese sentido de raíz que rebasa fronteras físicas y que se da por la voluntad de quienes, a pesar de las distancias geográficas, comparten nuestra lucha.

Los invitados se llevaron consigo imágenes fotográficas como testimonios de sus diálogos con Díaz-Canel, quien dedicó tiempo a todos olvidando el cansancio de jornadas que han sido intensas pero fecundas para tender puentes fraternales. «Contamos con ustedes. Somos Cuba», dijo con esperanza y firmeza el Jefe de Estado.