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MÁS de 20 países se han concertado esta semana para expulsar a alrededor de 150 diplomáticos rusos, por el supuesto asesinato de un exagente ruso en la ciudad británica de Salisbury, sin que hasta ahora se hayan presentado pruebas que confirmen la acusación de Londres.
Ante esta escalada contra Rusia, Alejandro González Galiano, director general de Prensa, Comunicación e Imagen del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, expresó este miércoles que «observamos con preocupación la expulsión de un grupo numeroso de diplomáticos rusos por parte de Estados Unidos y países miembros de la OTAN».
La confrontación diplomática empezó cuando la primera ministra británica Theresa Mey acusara a Moscú el pasado 14 de marzo de ser responsable del hecho criminal, y como represalia ordenó la salida de 23 funcionarios de la Embajada de Moscú en Londres.
Cuba considera que las medidas contra Rusia «se han tomado sin contar con el resultado de investigaciones imparciales sobre los hechos», señaló González Galiano, quien agregó que estas medidas «no se avienen al diálogo, entendimiento y cooperación que deben primar en las relaciones internacionales como vía para la solución de cualquier controversia, en correspondencia con el espíritu de las normas de derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas».
La declaración del funcionario de la Cancillería cubana apela a la cooperación que debe prevalecer sobre la confrontación, al tiempo que rechaza que sean aplicadas medidas unilaterales que atenten contra la estabilidad internacional.
Varios medios de prensa reportan que Rusia niega categóricamente las acusaciones y ha expresado su disposición a colaborar en las investigaciones del asesinato.
