BRASILIA, marzo 21.— China ratificó este martes la suspensión de la importación de carnes brasileñas y solicitó controles más severos luego del escándalo de productos adulterados que generó una situación «embarazosa», según admitió el presidente brasileño, Michel Temer.
«China está preocupada por los problemas de calidad de algunos productos derivados de la carne de Brasil», comunicó el Ministerio de Relaciones Exteriores del gigante asiático, mayor socio comercial del país sudamericano.
La noticia ocupó un espacio importante en los sitios de información económica de Brasil, donde el caso de la «Carne débil» es tema caliente desde que la Policía Federal destapó el escándalo, publicó ANSA.
En la declaración, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino no precisó cuándo se levantará el bloqueo. En tanto, noticias procedentes de la Unión Europea, por el mismo caso, parecen menos alarmantes.
Ese bloque comunicó que el cese de las compras es temporal y no dio señales de que la medida sea irreversible, lo que sugiere disposición de negociar con Brasil.