Probablemente el nexo afectivo más antiguo con la República de Honduras, esa nación centroamericana con la que establecimos relaciones diplomáticas el 2 de junio de 1903, se remonte atrás en el tiempo, al año de 1881, cuando en el mes de junio nuestro Titán de Bronce, Antonio Maceo, se estableció en ese país procedente de Jamaica.
Buscaba el General mambí apoyo para proseguir la lucha independentista cubana después de la advertencia formulada al general Martínez Campos en Mangos de Baraguá, propósito que también lo llevaría a Costa Rica.
Afirman historiadores que la frase maceísta que nos sirve de acicate hasta hoy —«Cuba será libre cuando la espada redentora arroje al mar (a) sus contrarios (...) Pero quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha», la escribió el Titán en la localidad hondureña de San Pedro Sula en carta a José Dolores Poyo, director del periódico El Yara, en Cayo Hueso.
Más recientemente, los lazos que mantienen estrechos los sentimientos de amistad entre ambas naciones corren, en buena medida, a cuenta de los médicos cubanos que acudieron allí desde 1998 para socorrer a los damnificados entonces por los huracanes Mitch y George, y también gracias a los jóvenes hondureños que se han formado aquí en la Escuela Latinoamericana de Medicina, ELAM, fundada por Fidel en 1998.
Emocionado, un padre de una de esas jóvenes que ya se forma como especialista en Gastroenterología aquí, me contaba de su agradecimiento a los cubanos. No solo por haber provisto a su hija de estudios superiores, sino por el cariño que le brindaron a la primogénita que todos siguen echando de menos en su casa de Tegucigalpa.
Precisamente, en las áreas de salud y educación se centra, principalmente, la colaboración con Honduras, luego de la reanudación en el año 2002 de las relaciones rotas en abril de 1961, en un capítulo triste de los nexos diplomáticos que no rompió, sin embargo, los vínculos amistosos entre dos naciones vecinas y unidas, como se ve, no solo por un lenguaje y una historia compartida por los latinoamericanos y no exenta de interrupciones en el campo de las relaciones formales. El 27 de junio de 2009 se retiró el Embajador cubano de Honduras por el golpe de Estado contra el entonces presidente Manuel Zelaya. Pero el 30 de junio de 2011 se designó por Cuba un Encargado de Negocios a.i. que presentó sus cartas credenciales como Embajador en noviembre de 2014.
Hoy ambos países tienen la voluntad de proseguir la colaboración prevista en los acuerdos bilaterales suscritos, y donde descuella el interés de potenciar las relaciones de trabajo a nivel institucional y empresarial en la promoción del turismo.
La recién concluida visita aquí del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández Alvarado y su encuentro con Raúl, ratifica esos derroteros.