WASHINGTON, mayo 10.— Aunque se convertirá a finales de este mes en el primer presidente estadounidense en ejercicio en llegar a la ciudad japonesa de Hiroshima desde la Segunda Guerra Mundial, Barack Obama no ofrecerá una disculpa por el empleo de una bomba atómica sobre dicha urbe y otra sobre la de Nagasaki, por órdenes del entonces mandatario Harry Truman.
Citando un comunicado de la Casa Blanca, la agencia Reuters publicó que la visita de Obama el 27 de mayo, junto al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, «pondrá de relieve su compromiso continuo con la paz y la seguridad de un mundo sin armas nucleares».
Obama «no va a revisar la decisión de utilizar la bomba atómica al final de la Segunda Guerra Mundial. En cambio, ofrecerá una visión de futuro centrada en nuestro futuro compartido», escribió el asesor adjunto de Seguridad Nacional, Ben Rhodes, en su blog.
La visita de Obama se enmarca en la gira que realizará entre el 20 y 28 de mayo a Japón para asistir a la Cumbre del G-7, y también a Vietnam, en su décimo viaje a una región que ha desempeñado un papel importante en su denominada política del «pivote asiático», dirigida a contener la influencia geopolítica de China.
Reuters recuerda que un avión de combate estadounidense lanzó una bomba atómica sobre Hiroshima hace 71 años, al final de la Segunda Guerra Mundial, y acota que ha habido preocupaciones respecto a que la visita del Presidente podría ser polémica en su país si ofrecía una disculpa.
La bomba del 6 de agosto de 1945 mató a unas 140 000 personas en Hiroshima y la del 9 de agosto a unas 80 000. Seis días después se produjo la rendición de Japón.
La gran mayoría de las muertes fueron de civiles, en cambio, el mundo no ha escuchado todavía la disculpa formal de la Casa Blanca.