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III Cumbre de la Celac. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 06:02 pm
José Martí y su visión de la América Nuestra unida y diversa estaba presente en la III Cumbre de la Celac, el mismo día en que el Héroe Nacional cubano cumplía 162 años. Lo han traído más de uno de los Jefes de Estado que intervinieron en el primer día del encuentro de los 33 países latinoamericanos y caribeños, en el que se pronunciaron contra la desigualdad, por erradicar la pobreza y también por el derecho humano de Cuba a vivir sin bloqueo y el derecho político de Puerto Rico a ser un estado libre e independiente para que complete la familia y la casa.
De forma diáfana había sido anunciada en el discurso del Presidente de Cuba, Raúl Castro: «Desarrollar la unidad en la diversidad, la actuación cohesionada y el respeto a las diferencias seguirá siendo nuestro primer propósito y una necesidad ineludible, porque los problemas del mundo se agravan y persisten grandes peligros y recios desafíos que trascienden las posibilidades nacionales e incluso subregionales».
El presidente venezolano Nicolás Maduro también alertó de la conspiración desde la derecha que intentó que esta Cumbre no se diera, tratando de enfrentar a un país con otro.
Lo dijo con su sabiduría habitual el uruguayo José «Pepe» Mujica: el arte de convivir es respetar a aquellos con los que uno tiene discrepancias.
Hay gente a la que le irrita que América Latina y el Caribe hayan encontrado su camino de unión, acentuó Daniel Ortega.
El mensaje de bienvenida firmado por el presidente anfitrión, Luis Guillermo Solís, lo corroboraba: «La importancia de la Celac radica precisamente en su raíz integradora», luego de expresar que la región se había caracterizado «por esa búsqueda utópica y constante de la unidad frente a nuestra propia incapacidad de concretarla» y que «solo el tiempo nos ha permitido comprender que es en el respeto a nuestra propia diversidad y pluralidad; que es precisamente en la profusión de experiencias nacionales y regionales, donde encontramos finalmente la unidad que tanto añorábamos».
