MOSCÚ, noviembre 9.— El ministro ruso del exterior, Serguei Lavrov, reiteró este miércoles la necesidad de una solución pacífica a la crisis en Siria, en una conversación telefónica con el secretario general de la Liga Árabe (LA), Nabil al Arabi.
La propuesta de la Liga constituye una plataforma real para establecer un diálogo entre el Gobierno y la oposición en Siria, y abre el camino a la solución de la crisis por medios pacíficos y políticos, consideró Lavrov, citado por la cancillería.
En la difícil situación actual en Siria y en torno a ella, la entidad regional posee una posibilidad práctica para buscar soluciones óptimas y esa oportunidad de ninguna forma se debe perder, declaró el diplomático.
Por su lado, Arabi afirmó que continuarán los esfuerzos para establecer un diálogo interno en Siria y garantizar una salida pacífica a la crisis en ese país.
Ambos funcionaros coincidieron en la necesidad de que todas las partes sin excepción en Siria pongan fin a la violencia y provocaciones y de inmediato se sienten a la mesa de conversaciones.
Todos los «jugadores foráneos» deben alentar al gobierno y a la oposición en el país levantino a dar pasos constructivos y no a boicotear el diálogo, señalaron ambos.
Damasco aceptó un plan presentado por la Liga Árabe, parte del cual puso en práctica esta semana, pero naciones occidentales como Estados Unidos llamaron a la oposición y a grupos extremistas armados a rechazar el diálogo y desoír propuestas de amnistía del gobierno.
Las autoridades sirias denuncian en todo momento el enfrentamiento a acciones de grupos que recibieron de contrabando armas y dinero desde el extranjero, con el fin de subvertir el orden, y los cuales protagonizaron un sinnúmero de ataques contra uniformados sirios.
Divisiones internas
En tanto, la división dentro de la oposición Siria quedó manifiesta hoy cuando activistas radicados en Egipto atacaron con huevos a autoproclamados representantes de una coalición que pretendían dialogar con dirigentes de la Liga Árabe.
Según constató Prensa Latina en las inmediaciones de la sede de la organización panárabe, contigua a la Plaza Tahrir, sectores contrarios al presidente Bashar Al-Assad lanzaron una verdadera artillería de huevos contra cuatro opositores a los que consideraron traidores.
Los incidentes ocurrieron cuando miembros de una plataforma política exiliada se disponían a ser recibidos por el secretario general de la Liga, Nabil El-Arabi, en un ambiente que algunos analistas consideraron inapropiado en vísperas de una reunión ministerial el próximo sábado.