Centenares de cubanos y venezolanos avanzaron hacia la Asamblea Nacional al reclamo de libertad para los cinco antiterroristas cubanos Autor: Ismael Batista Publicado: 21/09/2017 | 05:10 pm
CARACAS.- Cuando partieron de la Plaza El Venezolano, donde en letras de bronce la figura de Simón Bolívar proclamaba «…si se opone la naturaleza lucharemos contra ella y la haremos que nos obedezca», ya caía la lluvia que se transformó en un fortísimo aguacero a medida que centenares de cubanos y venezolanos avanzaron hacia la Asamblea Nacional al reclamo de libertad para los cinco antiterroristas cubanos, en defensa de la soberanía venezolana ultrajada por las sanciones impuestas por Washington a PDVSA, y exigiendo la extradición del asesino Luis Posada Carriles.
Luego de cantar y bailar con destacados artistas venezolanos en la Plaza El Venezolano, desde donde partió la manifestación, Madres del Barrio llegadas desde Lara, venezolanas de diversas parroquias del Distrito Capital respondiendo al Ministerio de la Mujer y Género, los integrantes del Frente Francisco de Miranda; vencedores, facilitadores, coordinadores y constructores de la Misión Ribas en Aragua, médicos misioneros en Caracas, Vargas y Miranda; educadores, instructores de arte y otros artistas de Cultura Corazón Adentro llegados desde los cerros; deportistas de Barrio Adentro, personal diplomático encabezado por el embajador Rogelio Polanco y de empresas del Convenio Cuba-Venezuela, así como damnificados de refugios de esta capital y pueblo bolivariano, no dudaron en continuar la marcha hasta la Asamblea Nacional.
A las puertas del vetusto y bello edificio solicitaron a diputados psuvistas que allí les esperaban que sus exigencias fueran debatidas en el órgano legislativo y se les diera la fuerza que emana de un pueblo en asamblea.
Y no amainó entonces, sino que arreció el aguacero; pero empapados hasta los huesos —con paso apresurado pero firme, ante sorprendidos transeúntes que no quedaron indiferentes a un reclamo que se les entregaba en volantes con la historia de Gerardo, René, Ramón, Fernando y Antonio—, llegaron por cientos junto al sencillo busto de José Martí, en su Plaza de la Parroquia Altagracia. Respondían con raigambre patriótica a la convocatoria hecha por el Movimiento de Solidaridad y Amistad Mutua Venezuela-Cuba. Allí, desde el anfiteatro al cruzar la calle, proclamaron a viva voz, bajo el amparo del Maestro, mensajes de amor y de combate que refrendaron una hermandad a diario traducida en obras.
También estaban, sin dar un paso atrás en su decisión de reencontrar siempre a la Patria Latinoamericana, la Asociación de Cubanas y Cubanos Residentes en Venezuela, el Club Martiano, y la Casa de Nuestra América José Martí, acompañados por una representación de la hornada de abogados venezolanos cuya graduación fue apadrinada por el Comandante en Jefe Fidel Castro en el año 2009, y todos aquellos que quisieron honrar a las Patrias bolivariana y martiana y exigir justicia con dignidad.
Los pendones nacionales entrelazados, los himnos del Bravo Pueblo y Al combate corred, los carteles enarbolados por manos de todas las edades y colores epidérmicos, refrendaban cada palabra de los oradores: los diputados Darío Vivas y Jesús Farías, la ministra de la Mujer Nancy Pérez, la investigadora Eva Golinger, los activistas de la solidaridad Johny García y Rosalinda Chanaga, el emocionado médico cubano de la Carretera Vieja Caracas-La Guaira, el cantor llanero con su joropo a los Cinco y la sonera cubana.
Fue la mañana del sábado hasta pasado el mediodía, jornada de alegre combate y lucha revolucionaria, de sueños compartidos y compromisos de proseguir un trabajo hombro a hombro para hacer realidad la utopía, porque ello significa la Libertad de los Cinco, el triunfo de la justicia ante la impunidad que reclamaron los familiares y víctimas de Posada Carriles, y la construcción de una sociedad que dignifique la vida con bienestar para todos.