El deshielo de los polos ha causado el aumento del nivel del mar. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 04:52 pm
A dos semanas de la cumbre de Copenhague sobre el cambio climático, Cuba reiteró ante Naciones Unidas la necesidad de modificar los actuales patrones de producción y consumo y de transitar hacia un modelo económico verdaderamente sostenible, informa Prensa latina (PL).
La supervivencia humana requiere de una revolución energética a nivel mundial, aseguró el representante permanente de la Isla ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Pedro Núñez Mosquera, durante una reunión informal de la Asamblea General.
El diplomático presentó lo que denominó ocho verdades que no pueden obviarse ni ocultarse en materia de cambio climático, la primera de las cuales radica en transformar los esquemas de producción y consumo en otros sostenibles y poner en práctica una revolución energética a escala mundial.
Otra realidad es la que obliga a implantar un nuevo régimen de compromisos de reducción de emisiones más riguroso para los países desarrollados y adoptar un fuerte paquete de acciones en materia de financiamiento y transferencia de tecnologías para las naciones en desarrollo.
También está la responsabilidad que tienen los industrializados de cumplir los compromisos de la Convención sobre cambio climático y el rechazo a iniciativas que traten de evadir sus deberes en materia de reducción de gases de efecto invernadero.
El representante cubano subrayó la exigencia de una mayor participación de los países en desarrollo en el accionar global para mitigar el cambio climático, de acuerdo con el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas, y las respectivas capacidades.
Al respecto, advirtió que en el presente no se puede pretender la imposición de compromisos vinculantes de reducción de emisiones a esos Estados, víctimas de las negativas consecuencias del injusto y desigual orden económico internacional y de las consecuencias del cambio climático.
Núñez Mosquera señaló que, en la antesala de la cita de Copenhague, los países desarrollados no demuestran una voluntad política firme para reducir sus emisiones en un nivel proporcional a sus responsabilidades históricas y actuales.
Tampoco para aportar los recursos y tecnologías requeridos para que los subdesarrollados puedan desempeñar una acción más fuerte en el enfrentamiento al fenómeno, apuntó.
El embajador cubano sostuvo que el logro de un acuerdo justo y balanceado en esa materia es todavía posible «si encaramos el proceso de negociación con una nueva actitud política. Permitir la perpetuación del egoísmo y de la irresponsabilidad es ética y políticamente inaceptable», concluye el cable de PL.