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MADRID, junio 19.— Un inspector jefe del antiterrorismo español fue asesinado este viernes en Arrigoriaga, cerca de Bilbao, País Vasco, al explotar una bomba colocada en su automóvil, en un atentado atribuido al grupo armado vasco ETA.
La víctima, el inspector jefe Eduardo Antonio Puelles García, de 49 años, responsable del enfrentamiento contra ETA en la ciudad, murió quemado vivo por las llamas provocadas por la explosión de la bomba, según testigos.
El explosivo, del tipo lapa, de dos kilos, fue colocado bajo el tanque de combustible y explotó cuando el hombre encendió el motor del automóvil al salir de su casa.
«Sentía cómo chillaba, pero no podía ayudarlo a causa de las llamas», dijo un hombre que se identificó como Alejandro, testigo del hecho.
Puelles García había participado en una decena de operaciones que concluyeron con la detención de más de 70 miembros o colaboradores de ETA, informaron a EFE fuentes policiales.
El atentado no fue reivindicado, aunque las autoridades españolas no tienen dudas de la autoría de ETA. El grupo armado separatista vasco suele reivindicar sus ataques semanas después de ocurridos.
El jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, condenó el ataque y declaró la voluntad «irrevocable» del gobierno de terminar con la violencia. ETA, añadió, ahora «es más débil que nunca».
El atentado del viernes es el primero mortal después de la formación, el mes pasado, del primer gobierno regional vasco guiado por el Partido Socialista de Euskadi y apoyado, paradójicamente, por el Partido Popular, que declaró como su prioridad derrotar a ETA.
El último atentado mortal de ETA fue cometido el 3 de diciembre pasado, cuando fue ultimado a balazos el empresario Ignacio Uria Mendizabal, de 71 años, cuya empresa estaba comprometida en la construcción de un tren de alta velocidad en el País Vasco.
