En Cuba no se ha detectado, ni siquiera hay sospechosos de haber contraído el virus de la influenza porcina que afecta a México y Estados Unidos y se ha extendido a otros países, aseguró a la prensa el Doctor en Ciencias Luis Estruch Rancaño, viceministro del MINSAP.
El también epidemiólogo apuntó que en el país no hay pánico, hay seguridad y sostén, pero se adoptan todas las previsiones pues se está ante un virus nuevo que se ha extendido rápidamente.
Argumentó que este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS) se vio precisada a elevar a fase 4 —de una escala de 6— el alerta por esta pandemia que ya se extiende a varias naciones.
«La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado la máxima prioridad a la pandemia del virus que se denomina A (H1N1) y que provoca la influenza porcina, que es el nombre de la enfermedad», explicó.
Para que se tenga una idea, la fase 2 es cuando el virus actúa solo entre animales. La fase 3 es cuando circula del animal al ser humano, y la fase 4, que es la actual, en que el virus va de humano a humano.
«Peligro sí hay, pero el país está tomando ya las medidas pertinentes, se activan los recursos materiales que hay y se adquieren los que hacen falta. La Defensa Civil y el MINSAP se encuentran activados y todos los organismos que tienen que ver con esto, que no son solo los dos mencionados, sino muchos, como el Turismo, la Aeronáutica Civil, por ejemplo».
Dijo el Viceministro que Estados Unidos identificó el virus en una persona el 30 de marzo y se calcula que lo haya adquirido el día 28.
«Es un nuevo virus contra el cual no existe vacuna, que puede mutar rápidamente, y su diagnóstico no es tan fácil como en otros casos como el de la influenza aviar, o una gripe clásica».
Y agregó: «Se han activado todos los sistemas de vigilancia clínico-epidemiológicos y se está capacitando al personal. De igual forma se aplican las exigencias de control sanitario internacional en puertos y aeropuertos, al tiempo que se han reactivado los medios de laboratorio y se ha entrenado a quienes laboran en ellos.
Recalcó el doctor Estruch que Cuba es un país con un sistema sanitario gratuito al alcance de todos los ciudadanos, que posee capacidad para enfrentar cualquier epidemia o pandemia, y si se detectara algún caso, hay recursos, experiencia y estructura sanitaria para enfrentarlo, aislarlo e impedir que se multiplique.
«Nos hemos preparado desde hace cinco años para combatir al virus de la influenza aviar y cuando no ha entrado al país ni un solo caso, surge este otro, pero Cuba está tomando medidas para responder ante cualquier enfermedad que nos amenace».
Anunció que 270 policlínicos se han reparado y se han dotado de equipos modernos. Se hace lo mismo en 60 hospitales y ya se han terminado unos siete u ocho por si se hallara algún caso de la influenza aviar, mas todo eso serviría para enfrentar otra enfermedad.
«En verdad el nuevo virus es un fenómeno de transformación genética. Ha mutado, ya no está en el animal y ha pasado a los seres humanos, que pueden transmitírselo a otros seres humanos. De ahí la importancia tremenda de la higiene, del cuidado individual, de la prevención.
«En Cuba se ha puesto la vacuna antigripal que se produce en el mundo, no aquí en la isla. Cuesta cinco dólares cada dosis: más de un millón de dosis anualmente se emplean para proteger a nuestros ancianos, a los mayores de 60 años, a los discapacitados, a los nefrópatas, a quienes trabajan directamente con las aves. Más de cinco millones de dólares invierte el país en esto, pero no es en realidad para enfrentar al virus nuevo, aunque en cierto sentido ayudará seguramente en algo.
«Hay que intensificar la higiene: lavarse las manos, toser o estornudar con la boca y la nariz tapadas con un pañuelo, que este no sea utilizado por otra persona. Luchar por la limpieza de la casa y del centro de estudio o de trabajo, por la higiene colectiva, eso es esencial».
Argumentó el Viceministro que no hay problema con comer carne de puerco, pues ningún alimento lo transmite, aunque se llame influenza porcina. No hay vector ni elemento material intermedio que lo transmita. Hay que lavar los cubiertos, tener cada uno su vaso, su taza, su jarro y tener en cuenta que el beso a un poseedor del virus lo transmite, aunque tendría que ser de un enfermo a otro.
«La propagación de esta nueva enfermedad es por lo que exhala, tose o estornuda una persona que tenga el virus. Y también por la secreción nasal. Es importante conocer que Cuba cuenta actualmente con una posibilidad de diagnóstico de este tipo nuevo de influenza. Aunque es bueno aclarar que el diagnóstico es de biología molecular, que exige medios especiales, un diagnóstico superrefinado».
Especificó el doctor Estruch que se trata de un nuevo virus, que se acaba de aislar y que tiene cambios genéticos. «Todo eso es lo que confiere gravedad al problema», enfatizó.
Comentó que los síntomas principales son varios: fiebre alta, dolor de cabeza intenso, «agüita» por la nariz o secreción nasal, irritación en los ojos y en algunos casos vómitos. Y dijo que es muy similar a la gripe que conocemos todos. «Pero eso no quiere decir que por uno solo de esos síntomas o por dos, por una simple gripe, todo el mundo corra para el policlínico o el hospital. No hay que sentir miedo ni mucho menos pánico. Estamos vigilando bien la evolución de este nuevo virus, cómo se comporta en otros países, y al mismo tiempo preparándonos para atajar cualquier caso que surgiera. Hay que estar informados sencillamente, pero no desesperarse ni perder la calma sin que aún haya llegado el virus a Cuba», expresó.
«Lo más importante es que el país cuenta con capacidad diagnóstica para descubrir la entrada de un solo caso y nuestra Salud Pública, la Defensa Civil y todos los organismos afines no se cruzarán de brazos».