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Strache y Haider, líderes de los xenófobos FPÖ y BZÖ, tienen porqué celebrar. Foto: Reuters VIENA, septiembre 29.— La formación de un nuevo gobierno en Austria se presenta difícil, tras el fortalecimiento de la extrema derecha en las elecciones celebradas el domingo, que dejó a los dos grandes partidos, el Socialdemócrata (SPÖ) y el Popular (ÖVP, centroderecha) en el nivel de apoyo ciudadano más bajo de su historia.
Según observadores políticos citados por EFE, la constitución del nuevo Ejecutivo se puede retrasar semanas o meses, después de los comicios legislativos adelantados debido a la ruptura de la coalición SPÖ-ÖVP, en julio.
Aunque ambos partidos se mantienen como el primero y el segundo más votado, sí sufrieron importantes retrocesos en las urnas, donde el electorado los castigó por la parálisis de su gestión en los apenas 18 meses que duró la experiencia conjunta de gobierno.
No obstante, el candidato más votado, Werner Faymann, líder del SPÖ, desea renovar esa misma coalición, si bien con un ÖVP de otros tintes, especialmente ahora que dimitió su jefe, Wilhelm Molterer, quien forzó las elecciones adelantadas. El nuevo líder de los conservadores, Josef Pröll, afirmó que mantiene abiertas todas las opciones, tanto de formar gobierno como de pasar a la oposición.
Faymann, a quien se espera que el presidente del país le encargue la formación del próximo gobierno esta semana, ha asegurado que no se aliará ni con el ultraderechista Partido Liberal (FPÖ) de Heinz-Christian Strache, ni con la Alianza para el Futuro (BZÖ) del más conocido populista de ultraderecha, Jörg Haider.
Como el quinto y último partido representado en el Parlamento los Verdes no tiene suficientes votos para formar una mayoría con los socialdemócratas, son pocas las opciones que le quedan al SPÖ.
Faymann, reporta PL, asumirá la cancillería austriaca al obtener su partido 29,7 por ciento de los votos, seis por ciento menos que hace dos años, mientras que el ÖVP alcanzó solo un 25,6 por ciento, también inferior en nueve por ciento a lo conquistado en 2006.
Por su parte, los ultraderechistas Partido de la Libertad (FPÖ) y Alianza por el Futuro de Austria (BZÖ) lograron alrededor de 18 y 11 por ciento de los votos, respectivamente.
Interrogado por JR, el presidente de la Asociación de Amistad Austria-Cuba, Hans Mikosch, no descartó el peligro de una nueva alianza entre el ÖVP y la derecha xenófoba, como en 2000: «Haider, líder del BZÖ, tiene el don de la táctica política, y odia intensamente al sistema de gobierno. Si él obtiene el apoyo de importantes industrias y compañías, puede ser realmente preocupante, tomando en cuenta la actual amenaza de recesión económica».
