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GINEBRA.— El Programa Mundial de Alimentos (PMA), de la ONU, alertó este viernes de que si la situación de violencia en el territorio palestino de Gaza no es controlada, «sus consecuencias pueden ser desastrosas para la población y las operaciones humanitarias», reportó EFE.
A los enfrentamientos de los últimos días en Gaza entre las milicias del Movimiento de Resistencia Islámica (HAMAS) y el nacionalista Al Fatah (del presidente palestino Mahmud Abbas) se han sumado los ataques aéreos de Israel, en represalia por el lanzamiento de cohetes contra su territorio.
La portavoz del PMA, Cristhiane Berthiaume, afirmó en Ginebra que el movimiento del personal humanitario es sumamente difícil en Gaza, por lo que el organismo ha dispuesto que sus trabajadores «permanezcan en sus hogares hasta que la situación mejore».
Las consecuencias de esa medida recaen directamente en los sectores más vulnerables de la sociedad palestina, «en aquellos que viven día a día», recalcó la portavoz, tras recordar que siete de cada diez habitantes de Gaza y Cisjordania «sufren de inseguridad alimentaria o están fuertemente amenazados por ella».
El PMA presta asistencia alimentaria a 265 000 palestinos, cifra equivalente al 60 por ciento de la población no refugiada (450 000 personas), precisó la portavoz.
Durante la jornada, Israel atacó blancos de HAMAS en Gaza y amenazó con una respuesta «más vigorosa» para detener los lanzamientos de cohetes caseros contra su territorio, indicó Reuters.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, llamó a la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, y le pidió que detenga la «escalada militar» israelí, dijo una agencia de noticias local.
Un funcionario de Salud palestino reveló que al menos una persona murió y otras resultaron heridas, cuando helicópteros israelíes dispararon contra estas, luego de que presuntamente lanzaran un cohete hacia Israel.
Horas más tarde, un avión sionista disparó misiles contra posiciones de Ezzedin al Qasam (ala armada de HAMAS), establecidas en lo que fue el sitio de una colonia judía en el centro de la Franja de Gaza. En lo inmediato no se registraron bajas.
El primer ministro, Ismail Haniyeh, uno de los líderes de HAMAS, llamó a los palestinos a unirse «contra la agresión israelí» y a cesar las luchas internas.
«Todos los miembros de los servicios de seguridad deberían atenerse a las instrucciones de los líderes políticos y regresar a sus posiciones y bases, y también todos los hombres armados deberían retirarse de las calles», dijo Haniyeh a periodistas.
Cerca de 50 personas han muerto en la ola de violencia interna más mortífera desde que los dos grupos rivales formaron un gobierno de unidad en marzo.
