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El pueblo celebró la destitución de un grupo de diputados derechistas. Foto: AP QUITO, marzo 21.— Con la juramentación, este miércoles, de otros siete nuevos legisladores, asciende a 28 el número de diputados suplentes que han sido oficialmente reconocidos ante el Congreso de Ecuador, en reemplazo de los 57 destituidos por el Tribunal Electoral el pasado día 7.
De los siete recién nominados, cuatro pertenecen al partido Sociedad Patriótica, dos al Partido de la Renovación Institucional (PRIAN), en tanto la tercera procede del Social Cristiano, aunque aseguró que actuará en el Congreso sin presión de ningún partido, según destaca el diario ecuatoriano El Comercio.
«Respetaré la decisión del Tribunal Constitucional o de cualquier otro organismo competente», afirmó la diputada Jazmín Álvarez. «Creo firmemente en el principio de que al pueblo debe dejársele escoger y elegir», agregó, aunque advirtió que ello significaría discutir sobre «ideologías» y «los problemas reales que está atravesando el país».
La declaración está relacionada con la demanda popular de una consulta prevista por el ejecutivo de Rafael Correa para el 15 de abril, de modo que la población se pronuncie a favor o no de una Asamblea Constituyente. Pero la convocatoria ha sido entorpecida reiteradamente desde el Congreso por representantes de los partidos de oposición, negados a una Constituyente con plenos poderes para redactar una nueva Carta Magna.
Según PL, sin embargo, también el resto de los diputados suplentes juramentados abogaron el miércoles por defender los intereses del pueblo ecuatoriano y apartarse de la línea política de sus partidos, a los cuales condenaron por desestabilizar al país.
Fuimos elegidos por el pueblo ecuatoriano, tenemos nuestra responsabilidad y buscaremos acabar con la actual crisis institucional provocada por 57 legisladores destituidos, resaltó el legislador alterno Romel Chávez, quien expresó su apoyo al intento de rectificar las acciones de esos opositores que pusieron en riesgo la democracia.
El cable apuntó que, tras la reanudación de la sesión parlamentaria el martes, los partidos Social Cristiano (PSC) y Sociedad Patriótica (PSP) informaron que serían expulsados los miembros de esas fuerzas que asistieron al Congreso.
Los suplentes oficializados desestimaron, en cambio, las represalias que se den por haber asumido los puestos sin la venia de sus agrupaciones.
Otros, como Jairo Ramos y Miguel Castro, negaron cualquier pacto con el ejecutivo, pero respaldaron la necesidad de avanzar hacia una consulta popular para instalar una Asamblea Constituyente en el país.
Las labores parlamentarias estaban suspendidas desde la destitución de los 57 parlamentarios de derecha, quienes resultaron despedidos por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) por intentar frenar el referendo del 15 de abril. Reticentes a aceptar su salida, los demovidos anunciaron ahora que aguardarán por el fallo del Tribunal Constitucional (TC), donde presentaron un recurso de apelación.
