Kwame Nkrumah preside la Plaza de la Independencia en Accra Celebrar 50 años del surgimiento de una nación independiente —que tuvo que atravesar caminos tan difíciles para lograr la libertad definitiva, como vivir más de cuatro siglos bajo el colonialismo europeo, el robo de sus riquezas y ser víctima del comercio de esclavos—, no es solo motivo de júbilo, sino un momento para apreciar lo que significa ser libres para determinar su propio destino como nación.
Los portugueses fueron los primeros europeos que llegaron a las costas de Ghana a finales del siglo XV y durante los siguientes trescientos años, las potencias del Viejo Continente se disputaron la ocupación de sus costas.
El mercado de esclavos y el oro existente en la región reportaba dividendos seguros para los colonizadores, pero los ghaneses no tenían intenciones de permitir la explotación de sus tierras.
Desde principios del siglo XIX, el reino Ashanti presionó para desalojar a los europeos de sus tierras, lo que logró solo con una excepción: los británicos. Estos, aliados con el reino rival, Fanti, derrotaron al Ashanti en 1874 y se hicieron del control de gran parte del territorio de Ghana y bajo su dominio, quince años después, era declarada colonia británica esa parte del país, también llamada «Costa de Oro»; en 1917, se adjudicaron el resto del territorio.
Pero el colonialismo no encontró la sumisión. El 6 de marzo de 1957, el líder Osagyefo Kwame Nkrumah, anunciaba a sus compatriotas y al mundo, que Ghana había alcanzado, finalmente, su independencia del dominio británico y se convertía así, en el primer país africano en lograr la verdadera autonomía.
Tres años después, en 1960, el nuevo Estado tomó el nombre de República de Ghana, con Kwame Nkrumah, como su primer Presidente.
Cincuenta años después, el país celebra el aniversario con euforia, orgulloso de su pasado y pensando en el futuro.
GHANA@50Su desconolonización está considerada un hito histórico en el continente negro y encendió la mecha para que, poco después, una veintena de naciones de la región rompieran con su pasado colonial.
No pocos tropiezos ha tenido que sufrir esta hermana nación. Cuatro intervenciones militares retrasaron su desarrollo.
Pero, a partir de finales de los ’80 y comienzos de los ’90, Ghana, un país de 22 millones de habitantes situado frente al golfo de Guinea, se ha convertido en una nación de avances significativos y con credenciales económicas elogiadas.
En su carácter de actual presidente de la Unión Africana, Ghana une sus fuerzas con otros países de la región para llevar el continente hacia el desarrollo.
Bajo el lema «Ghana: defendiendo la excelencia africana», la nación se viste de gala para celebrar hoy su medio siglo de libertad, fecha que coincide también con los 200 años de la abolición del comercio esclavista.
Numerosos jefes de estados han llegado a Accra, la capital del país, para acompañar al pueblo ghanés en los festejos que tendrán como escenario principal la Plaza de la Independencia, el mismo lugar donde el primer presidente, Kwame Nkrumah, proclamó la independencia.
CUBA Y GHANA, NACIONES HERMANASUn inolvidable encuentro entre el líder Kwame Nkrumah y el Comandante en Jefe, Fidel Castro, en el Hotel Theresa de Nueva York, marcó el punto formal de unas excelentes relaciones entre ambos países que se han mantenido a lo largo de todos estos años.
Antes, debido al comercio de esclavos, en Cuba se asentaron miles de esos cautivos traídos por los colonialistas españoles. Su cultura es parte importante en el abanico de la identidad cubana.
Desde hace algunos años nuestro país le presta ayuda solidaria en las esferas del deporte, la educación y la salud, al tiempo que prosiguen las conversaciones para ampliar la colaboración, sobre todo en la lucha contra el analfabetismo. En estos momentos brindan cooperación en ese estado africano entrenadores deportivos y médicos cubanos, quienes están ubicados en parajes remotos. Además, se trabaja en un convenio con los Laboratorios Biofarmacéuticos de la Isla (LABIOFAM), para combatir la malaria.