El mundo ha comenzado a asumir la lucha contra el sida con toda la seriedad que merece, escribió ayer en un mensaje al sistema de instituciones de la ONU su secretario general Kofi Annan, a propósito de celebrarse el día mundial de la lucha contra esta pandemia, que ha cobrado ya la vida de 25 millones de personas.
A largo plazo su impacto se refleja en la visible reducción de la esperanza de vida al nacer en muchos países, sobre todo del África subsahariana y el Caribe, en el aumento de los niños y niñas que nacen con el virus o quedan huérfanos como consecuencia de este, y en la amenaza de colapso económico y social que se les avecina por falta de fuerza de trabajo y profesional saludable.
Tal fue la alerta de Susan MacDade, coordinadora residente de la ONU en Cuba, quien anunciaba la entrega de nuevos donativos a la Isla por parte de organizaciones internacionales vinculadas al tema, y comparaba la situación de las regiones en mayor desventaja con la que ha encontrado aquí, donde, a su juicio, ha sido un honor trabajar de forma mancomunada con el Gobierno, los ministerios, la sociedad y las Personas que Viven con el VIH (PVVIH).
El hecho de que la Isla mantenga un bajo índice de prevalencia desde el inicio de la epidemia responde a una labor integradora de la sociedad cubana, que desde sus inicios involucró en las acciones de prevención, educación y promoción de salud a las PVVIH, cuyo valor en las comunidades como transmisores de experiencias y agentes de sensibilización hacia el tema será más visible este año, propósito expresado por la doctora María Isela Lantero, directora del Programa Nacional de Lucha contra el VIH/sida.
Por su parte el doctor Jorge Pérez, subdirector del Instituto Pedro Kourí, IPK, y pionero de los estudios sobre este virus en Cuba, recordó cómo a mediados de los 80 el Comandante en Jefe Fidel Castro llamaba la atención sobre la falta de preparación de la humanidad para enfrentar esta infección, catalogada como un mal de la pobreza y la falta de cultura.