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Jefes de Estado y Gobierno de Asia, África, América Latina y el Caribe que participan en la XIV Cumbre del Movimiento de Países No Alineados continúan compartiendo hoy la preocupación de las naciones miembros por los problemas actuales que sacuden al mundo y de los cuales los pueblos del Sur son las principales víctimas.
Conflictos bélicos; urgencias sociales, económicas, sanitarias; prejuicios culturales, religiosos, raciales; marginaciones políticas, sexuales; exclusiones de todo tipo... han sido denunciadas esta semana, en La Habana, por los líderes del Tercer Mundo.
La solución a los problemas actuales del planeta —que de tan viejos siempre parecen nuevos—, están en el Sur, puede afirmarse al escuchar las intervenciones que han hecho hasta ahora los mandatarios de casi 60 países.
También han llamado a reimpulsar la cooperación Sur-Sur, a la unidad del movimiento y a hacer crecer la solidaridad entre estos países como una posibilidad viable y expedita para enfrentar el desafío del desarrollo y los problemas de la pobreza.
En la mañana de este sábado, han hecho uso de la palabra estadistas de Mongolia, Sudán, Granada, Mauricio, Panamá, Barbados, Surinam, Mozambique, Tailandia, Tanzania, Bhutan, Ecuador, Belice, la República Popular Democrática de Corea, Mali, San Vicente y las Granadinas, y Líbano.
Solidaridad entre países agredidosEmille Lahoud, presidente del Líbano, país recién agredido por Israel, denunció la barbarie a que ha sido sometido ese pueblo con el silencio cómplice de Estados Unidos y otras potencias occidentales.
«El Líbano es hoy un país con profundas heridas, ha sido víctima de una larga serie de agresiones de parte de Israel», dijo.
«Israel busca someter al Líbano y destruir su cultura humanista y civilizada. Lo ha hecho con impunidad y el más profundo desprecio hacia el derecho internacional y las normas de conducta de una guerra.»
Recordó que las agresiones sionistas contra el Líbano «a veces son apoyadas por la imparcialidad de Estados Unidos y algunas potencias occidentales.
Lahoud expuso que está en La Habana para trasladar «el sufrimiento» de su país «después de 34 días de matanza mientras el mundo en su mayoría se mantenía en silencio», señaló al referirse a la reciente agresión.
«El objetivo de Israel no era otro que liquidar la resistencia libanesa, pero Israel sufrió una épica derrota en Líbano. Los libaneses pueden orgullosamente trasladar un mensaje universal: a pesar de su pequeño tamaño y contra todo pronóstico, pudo defender sus derechos.
«El rechazo a la agresión y las lecciones que las pequeñas naciones pueden sacar de la resistencia libanesa, es que se puede acabar con el mito del ejército indestructible. Es la cultura de la dignidad y la resistencia.», dijo
El mandatario libanés también expresó la solidaridad de su pueblo con el pueblo de Cuba. «Se une a los demás para condenar el bloqueo» de Estados Unidos a la Isla caribeña, dijo.
