NACIONES UNIDAS, julio 31.— El embajador iraní ante la ONU, Javid Zarif, manifestó que una demanda del Consejo de Seguridad para que Teherán suspenda su programa nuclear es «ilegal» y que su país continuará con sus actividades de enriquecimiento de uranio, reportó EFE.
El Consejo de Seguridad, que paradójicamente es incapaz de hacer que Israel detenga su agresión contra el Líbano, aprobó este lunes una resolución —la 1696— para exigir con carácter obligatorio a Irán que suspenda sus programas nucleares antes del 31 de agosto, y para advertirle que si no lo hace deberá afrontar la amenaza de sanciones.
«El programa nuclear iraní con fines pacíficos no representa una amenaza a la paz y la seguridad internacional, por lo que abordar esta cuestión en el Consejo de Seguridad es injustificado y carece de base legal o utilidad práctica», señaló Zarif.
El embajador iraní dijo no entender por qué el órgano internacional está «asombrado» de que su país haya pedido tres semanas más para evaluar un paquete de medidas ofertadas en junio a Teherán por el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana.
En tal sentido, recordó que la troika europea, integrada por Reino Unido, Francia y Alemania —que ahora auspiciaron la resolución—, tardó cinco meses en responder a una propuesta que les realizó Irán el año pasado.
«Estas prisas son muy sospechosas», señaló el diplomático, quien acusó a algunos países del Consejo de impedir a Irán ejercer su derecho inalienable de desarrollar programas nucleares para fines pacíficos, como establece el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP).
Teherán tiene previsto responder el próximo 22 de agosto a la propuesta presentada por Solana.
La resolución 1696 «exige que Irán suspenda toda actividad de enriquecimiento (...), incluyendo la investigación y el desarrollo, lo que debe ser verificado por la Agencia Internacional de Energía Atómica», y hace referencia al artículo 40 del capítulo VII de la Carta de la ONU, que prevé que se pueden tomar «medidas provisorias» antes de imponer sanciones.
En caso de que la resolución no sea acatada, dice AFP, el Consejo tiene la intención «de adoptar medidas apropiadas (…) para persuadir a Irán de respetar la resolución», aunque la aprobación de estas medidas será objeto de «nuevas decisiones», frase destinada a precisar que el recurso a eventuales sanciones no será automático, preocupación permanente de China y Rusia desde los debates sobre Iraq en 2002-2003.
Según el artículo 41, el Consejo puede tomar «medidas que no impliquen el recurso a la fuerza armada para imponer sus decisiones», pero que pueden incluir la interrupción completa o parcial de las relaciones económicas y la ruptura de relaciones diplomáticas.
Por su parte, desde Miami, el presidente estadounidense, George W. Bush, dijo que la medida del Consejo de Seguridad «es una resolución enérgica. Quiero agradecer a nuestros socios».