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HOLGUÍN.—Explosividad, agilidad y reflejos confirmaron su asociación al antiguamente llamado «kárate volador» sobre el tapiz de competición. Con casco, peto y espinilleras, Daniela Leyva y Lorena Santiesteban, primas y compañeras de equipo, muestran condiciones físicas y dominio de técnicas. Y además son responsables, como otros y otras taekwondocas en formación, de que las zozobras hayan desaparecido en el activista deportivo José Enrique Michael.
Sobre los orígenes de la iniciativa, en un parqueo del recinto ferial ExpoHolguín, el especialista comentó a JR: «Un exatleta mío, Yosvani Rodríguez, me sugirió empezar a entrenar a su pequeño, hace 18 meses. En esos momentos no estaba activo, porque padecía de una enfermedad y solo me movía entre el hospital, la bodega y mi casa. Así que el médico me orientó activarme, para reducir el estrés. Esto me ha llevado a dedicar tres horas casi diarias a enseñar, olvidándome de cualquier problema».
Tres niños conformaron la matrícula inicial del área —en el combinado deportivo Pedro Díaz Coello—, que a los pocos días se repletó. Como uno de los fundadores de este deporte en Holguín (comenzó su práctica recién llegado de la misión internacionalista en Angola) ha tratado de enseñar, apoyado por antiguos alumnos y deportistas consagrados, cuando necesita que realicen ejercicios o demostraciones que se le imposibilitan.
«De lunes a viernes, entre 4:30 p.m. y 6:30 p.m., y los sábados, en la mañana, se reúnen igualmente acá niñas y niños, acompañados por un grupo excelente de padres. En el torneo municipal ya fuimos primeros en pruebas técnicas y segundos en general. Promovimos un atleta a la EIDE y cuatro asistirán al evento provincial, con vistas a sumarse a ese centro el curso venidero. A este sitio concurren alrededor de 20 pequeños y pequeñas (de categoría 11-12 años en lo fundamental) del reparto Pedro Díaz Coello y otros cercanos, prevaleciendo las niñas e incluyendo a discapacitados», remarca Michael.
La discusión del oro olímpico de Sidney 2000 del holguinero Ángel Valodia Matos la ha visto en varias ocasiones Yoan Miguel García, alumno de quinto grado del seminternado Dalquis Sánchez. Amén de ejercitarse, comprende la defensa personal como recurso solo aplicable ante casos de ataque, y hace amigas y amigos nuevos.
Su papá, Yoan García, le ha hablado siempre de cuando fue taekwondoca. A veces, en casa, le muestra técnicas y asaltos con Palchagui, y le insiste en diferentes movimientos y combinaciones. Con él descarga videos de internet, de combates o torneos internacionales, principalmente en los que participan atletas de Cuba.
Yulietsy Sierra, madre de Yoan Miguel, manifiesta que el deporte siempre le ha gustado, pero este en particular lo ha motivado grandemente. El profe Michael y Yoan García, exintegrante del equipo nacional de taekwondo, lo condujeron al área. Pensaban que no iba a desprenderse de jonrones o «chilenas», mas se fue estimulando y ha creado gran afinidad con chicas y chicos.
«Se les nota interés por aprender, reunirse y conocer nuevas técnicas, ejecutar la preparación física o compartir cada jornada. Empezaron captando maneras simples de práctica y han superado etapas. Poseen clasificaciones por cintas (coloraciones por escala), compiten ante equipos de otros combinados deportivos y han topado con el del municipio de Cacocum. Hay pequeñas que todavía no participan en eventos, por su edad, y resaltan por sus habilidades», declara la profesora universitaria.
Devuelto a la energía de su infancia y adolescencia, Carlos Zayas traslada en bicicleta hasta ExpoHolguín a su niña, Lauren Saray, de 14 años, «que se ha inclinado por el taekwondo, al que le ha puesto disciplina. Lo mejor aquí es que hay un ambiente muy bueno, extensivo a los padres, quienes han logrado una atmósfera genial, estableciendo un grupo de WhatsApp para vincularnos. Les diseñamos pulóveres distintivos, los cuales se confeccionaron con la contribución económica de todos».
Con frecuencia, Zayas y otros padres imitan a sus hijos, y se prueban en Poemses (movimientos de defensa y ataque contra un oponente imaginario). En las décadas del ‘80 y ‘90 del siglo pasado hubo masividad de este arte marcial de origen coreano en el territorio, ya que solo en el municipio de Holguín existieron hasta 17 áreas.
Hoy, se pretende revitalizar el taekwondo en los cinco combinados de la ciudad y acercarse a aquellas décadas, para restituirle a la provincia su condición de potencia nacional. En el parqueo de ExpoHolguín, a Michael le han regalado, en poco tiempo, una vida a plenitud.
