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Pasión y resistencia sobre el asfalto

Moonika Pilli, contó a JR que Marabana es distinto a los maratones europeos, los cuales tienen muchos participantes y espectadores. Tuvo miedo de no soportar el calor, pero, sorprendentemente, apenas lo notó en un circuito hermoso, interesante y fácil de cumplir

Autor:

Javier Rodríguez Perera

Justo al frente de la habanera Sala Polivalente Ramón Fonst, conversé brevemente con Moonika Pilli, varios minutos después de que se convirtiera en la ganadora de los 42 kilómetros y 195 metros de la pasada edición de Marabana, con registro de 3:13.10 horas. Debido a su agotamiento, el diálogo se redujo a unas merecidas felicitaciones por su primer triunfo en el extranjero y a sus impresiones sobre el resultado y el clima imperante.

Acordamos conversar más adelante, con calma, cuando ella llegara a Estonia. Fiel a su palabra, desde su país, vía digital, le dijo a Juventud Rebelde que le gusta viajar a nuevas naciones, donde exista alguna competición deportiva o pueda hacer senderismo. Cuba le pareció un lugar tan diferente y quiso probar, pues trabaja para una empresa que organiza tours de deportes. Ella y varios compatriotas visitaron la Isla con el propósito de correr el maratón y luego conocer La Habana y otros sitios.  

Contó que Marabana es distinto a los maratones europeos, los cuales tienen muchos participantes y espectadores. Tuvo miedo de no soportar el calor, pero, sorprendentemente, apenas lo notó en un circuito hermoso, interesante y fácil de cumplir, con suficiente agua y hielo, y voluntarios muy gentiles —ella también ha servido en esa función en competiciones estonias. No obstante, señaló que algunas partes estaban mal señalizadas y en una ocasión se desvió, lo que le llevó a perder tiempo.

Le gustó que la hora de inicio se haya adelantado, pero la información al respecto, considera, debió compartirse mejor. Desde su punto de vista, se pudo haber puesto un panel informativo sobre ese cambio, toda vez que varios extranjeros no sabían nada y llegaron a la salida cuando la carrera ya estaba en marcha.

«Tengo muy buenas impresiones del maratón y a todo nuestro grupo (14 personas) le gustó Marabana y el viaje a Cuba, donde estuvimos 10 días. Realmente disfruté mis vacaciones allá, Cuba es muy bonita y su gente es muy amable y amigable. Estoy muy feliz de haber ganado la más reciente versión, me sorprendió mucho ser la primera mujer en pasar la meta. No sabía que era una líder —sonríe.

«La victoria en La Habana fue mi primer triunfo fuera de Estonia. He corrido en Hawái, Dubai —Emiratos Árabes Unidos—, Suiza, Italia y Alemania. En mi país fui campeona nacional en maratón (año 2016) y mi mejor tiempo es 2:52.16 horas. También he participado en carreras ultras y he corrido 203 kilómetros seguidos en un día», declaró la natural de Tallin.

Moonika Pilli, de 41 almanaques, ya no compite tanto y ha perdido un poco de rapidez, debido a una lesión hace algunos años. Practica varios deportes y sus hijos heredaron su pasión por el ejercicio físico. Antes de concluir, adelanta que este invierno tiene previsto intervenir en diferentes maratones de esquí en Japón, Noruega y Suecia.

Antes de ella, en 1993 la italiana Anna Zachi se colgó la medalla de oro en los 42 kilómetros y 195 metros de Marabana (3:26.24 horas), y 22 años después, en la versión de 2015, la noruega Tonje Granne Kvale se impuso con crono de 3:28.23 horas.

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