Aunque de momento parece que el año competitivo para la lucha cubana ya va cerrando sus puertas, a la vez comienza en otras latitudes, hacia donde se dirigirán dentro de poco varios de nuestros gladiadores para enfrentar un nuevo reto: la Ringerliga (DRL, por sus siglas en alemán).
Debutarán en esa competición europea los grequistas Ismael Borrero —rey bajo los Cinco Aros en 2016—, y Oscar Pino —bronce del orbe—, además del librista Reineri Andreu —campeón en la categoría sub-23—, quienes conforman un cuarteto que cierra Alejandro Valdés, tercero en la cita planetaria de París 2017 y viejo conocido en los colchones germanos.
Acerca de esta renovada experiencia, y con la mirada puesta más allá en el ciclo olímpico, «Calabaza», como todos le conocen, compartió una breve conversación con JR.
«Irme otra vez a Alemania, en donde siempre me han acogido como en casa, y hacerlo con otros tres compañeros de equipo, convertirá esta temporada en una más grata e interesante. Ahora junto con mis colegas, tenemos todos la meta de volver a hacer campeón al club SV Germania Weingarten (Sportbetriebes-Gmbh), al cual ya en 2017 yo ayudé a coronarse cuando esa institución aun formaba parte de la Bundesliga», declaró el capitalino Valdés.
Con respecto al nivel de la DRL, el estelar de los 65 kilogramos explicó que se trata de un evento conformado por cinco equipos, en donde cada fin de semana los planteles chocan como parte de un sistema de rondas de ida y vuelta, y al final del calendario se disputa una final entre los mejores clasificados. Además, las plantillas de los representativos están reforzadas, igual que en el fútbol, por atletas de diferentes países —sobre todo europeos—.
Cada plantel cuenta con varios representantes en cada división, en orden de poder rotar en caso de lesiones u otra circunstancia. No obstante, según cuenta Valdés, «desde hace tiempo se habían hecho algunos contactos para llevar a ese torneo a otros de mis compañeros, pero no habían fructificado como hasta ahora. Allí disputaremos más de una docena de combates, empezando por cuatro o cinco en el inicio de la campaña, que tendrá luego una pausa para que participemos todos en el próximo Campeonato Mundial de Budapest, Hungría».
Los cuatro luchadores cubanos tienen pensado reunirse en Italia con el resto del equipo que va rumbo a la capital húngara, y allí el objetivo es realizar un campo de entrenamiento que les permita enfrentar esa cita en la mejor forma competitiva posible.
«Mi meta fundamental en este Mundial es llegar bien físicamente, igual que lo hice el año pasado, y a partir de ahí competir fuerte, e intentar cambiar el color de mi presea. En la lucha nunca se deja de aprender, y por eso quiero seguir mejorando de cara a los siguientes eventos. Tenemos cerca los Panamericanos, y luego los Olímpicos, que son el sueño más grande de nosotros», confiesa Alejandro.