El bólido jamaicano entrena por estos días con el Central Coast Mariners, de la A-League australiana. Autor: AFP Publicado: 25/08/2018 | 09:14 pm
Cuando en 2017 vimos correr por última vez al jamaicano Usain Bolt todos nos quedamos con una sensación de vacío, pues el retiro en aquel momento del mejor velocista de la historia humana conocida, significaba que jamás volveríamos a verlo demostrando sus magníficas capacidades atléticas.
No obstante, un año más tarde el Relámpago caribeño continúa dando de qué hablar, sobre todo desde que comenzó a tomarse en serio uno de sus más grandes sueños: jugar profesionalmente el fútbol.
Bolt, fanático del Manchester United y de la selección argentina, durante los últimos meses ha probado sus capacidades con el Mamelodi Sundowns, de Sudáfrica, y luego con un grande alemán como el Borussia Dortmund. Nada resultó hasta que el Stromgodset de la liga noruega decidió apostar por él, e incluso lo hizo debutar en un amistoso.
Tras recorrer literalmente medio mundo, y llegar hasta Australia, el recordista mundial de los 100 y 200 metros planos tiene en este momento su mejor posibilidad de concretar tan ansiada meta con el club Central Coast Mariners, que forma parte de la A-League, máxima categoría del balompié en ese país.
No obstante, desde su primer entrenamiento el carismático correcaminos sufrió un golpe de realidad, al ser señalado como demasiado lento para los rondos, y luego quedarse fuera del partido con el que cerró la práctica.
Tras semejante experiencia, el oriundo de Sherwood Content declaró sentirse fuera de su zona de comodidad, factor por el que precisamente expresó su interés en seguir mejorando para ganarse un puesto en el equipo.
Aunque ha acaparado muchísimos titulares, tampoco su historia es la primera que cuenta las aventuras de un extraordinario atleta tratando de trascender más allá del campo que lo ha visto brillar.
Eddie Eagan es el único hombre que ha ganado coronas olímpicas en invierno y verano.Foto: AP
Anteriormente fue célebre el boxeador norteamericano Eddie Eagan, único hombre en ganar un oro en Olimpiadas de verano y otro en eventos de invierno. Eagan se coronó en la división semipesada de Amberes 1920, y 12 años después triunfó en el bobsleigh correspondiente a la «nevada» edición de Lake Placid.
Tal vez el ejemplo más conocido por todos sea el de Michael Jordan, basquetbolista que luego de tres títulos consecutivos de la NBA con los Chicago Bulls —intercalados con el oro olímpico de Barcelona 1992—, se atrevió a jugar béisbol. Luego de ir de menos a más con los Birmingham Barons, tal vez «MJ» hubiera logrado incluso ascender a la Gran Carpa, aunque nunca lo sabremos, pues en 1994 una huelga de jugadores interrumpió la temporada pelotera en agosto, impidiéndole al escolta aspirar a más.
A pesar de esta gris experiencia, ha habido casos de mucho éxito, como fue el de Danny Ainge, jugador por tres temporadas de los Toronto Blue Jays (MLB), quien a continuación se desempeñó —y ganó dos campeonatos— con los Boston Celtics (NBA), escuadra en la que hoy día cumple el rol de director deportivo.
Sin dudas el hombre más polivalente en este sentido fue Bo Jackson, quien a mediados de los años 80 del pasado siglo fue incluido en el Todos Estrellas de dos ligas distintas, al destacar tanto en la MLB (Kansas City Royals) como en la NFL (Los Angeles Raiders).
Ya en este siglo la británica Rebecca Romero dio muestras de su capacidad de desdoble, al conseguir una plata en remo (cuatro scull) durante la cita bajo los cinco aros de Atenas 2004, y en los siguientes Juegos, Beijing 2008, logró escalar a lo más alto del podio, nada menos que en la persecución individual del ciclismo.