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Confianza

Las victorias de Nigeria, Brasil y Suiza pusieron al rojo vivo los grupos D y E del Mundial

Autor:

Enio Echezábal Acosta

Un gol tempranero siempre viene bien, pensaría cualquiera. Por supuesto que romper la paridad bien rápido puede resultar un suceso que cambie los acontecimientos radicalmente en favor del aventajado. Un golpe en semejantes circunstancias es más fuerte no por lo que representa desde el punto de vista futbolístico, sino por lo que significa en sí tal pinchazo en el orden sicológico.

Bien lo deben haber sabido los serbios, cuando al minuto 5’ del partido ante Suiza, Aleksandar Mitrovic puso de cabeza el 1-0 para su causa. Todo pintaba fácil, y a partir de ahí el objetivo estaba claro: había que controlar el partido y buscar el tanto de la tranquilidad.

Todo hasta ahí bien, ciertamente. El único problema es, que del otro lado del campo los helvéticos no parecieron enterarse de semejante estrategia, pues se adueñaron de la pelota y siguieron el mismo modelo que ante Brasil: tocar con calma, impacientar y ampliar la cancha. Ya irían saliendo las cosas.

Y bien que salieron, porque aunque les costó lo suyo, al 52’ Granit Xhaka metió un zurdazo al rebote de la defensa balcánica y empató las cosas. Así siguieron, colocando las piezas igual que hacen sus famosos relojeros, hasta que una pelota larga pilló desprevenida a la defensa rival y Xherdan Shaqiri aprovechó su velocidad para llegar y poner arriba a Los Nati. A la vez, los incrédulos serbios no atinaron a nada más que a ponerse las manos en la cabeza y suplicar que fuera una pesadilla. La soberbia les había pasado la cuenta.

A quien sí no le sobró confianza para resolver las cosas fue a la verdeamarelha. La lección aprendida el pasado domingo frente a los propios suizos resultó más que un simple llamado de atención para la escuadra de Tite, que salió desde el minuto uno a «comerse viva» a Costa Rica.

Los ticos optaron por poner una defensa de cinco atrás y cuatro medios por delante, dejando a Marco Ureña como único destino de todos los balones adelantados. No sirvió de mucho, aunque al menos les dio vida durante los primeros 90 minutos. Solo uno más tarde, Philippe Coutinho, el mejor jugador del Scratch en lo que va de Mundial, volvió a vestirse de «abrelatas» y terminó con la estoica resistencia de los centroamericanos.

Todavía hubo tiempo para que Neymar dejara su huella en el partido con un remate que mandó al fondo de las redes un pase de Douglas Costa. Resultó particularmente notable la celebración del paulista, que protagonizó un espectáculo melodramático para cantar su alegría. No obstante su actuación, pocos olvidaron su anterior show de antes, cuando el VAR le había anulado un penal que, para variar, él mismo se habían inventado.

Mientras todo lo anterior ocurría en la llave E, en la D una Nigeria más que eficiente pasó por encima de un conjunto islandés al que le salieron todas las falencias en una sola tarde. Dos goles de Ahmed Musa pusieron tierra de por medio, y «calentaron» un grupo que ahora deberá esperar a la próxima —y última fecha— para definir su suerte ante la Argentina de Sampaoli, todavía agonizante de la paliza sufrida contra Croacia.

Resultados del 22 de junio: Brasil 2-0 Costa Rica (Coutinho 90+1’ y Neymar 90+7’); Nigeria 2-0 Islandia (Musa 49’, 75’); Serbia 1-2 Suiza (Mitrovic 5’/Xhaka 52’ y Shaqiri 90’).

Los duelos de hoy:

  • Bélgica-Túnez (8:00 a.m.): Una victoria daría la clasificación a los europeos, que ya golearon a Panamá y pudieran hacer lo mismo con un Túnez que ataca bien, pero que pudiera dejar demasiados espacios a los explosivos puntas de los Diablos Rojos.
  • Corea del Sur-México (11:0 a.m.): Después del sorpresivo triunfo ante Alemania, los aztecas aspiran a ratificar su efectivo esquema con otro triunfo, que de paso los pondría directo en la próxima etapa. Al frente, los coreanos deberán mejorar su contundencia si no quieren salir definitivamente de la competición.
  • Alemania-Suecia (2:00 p.m.): Lo que pudiera parecer tremendista no lo es tanto, pues este choque resulta de cara o cruz para los germanos, quienes deberán mostrar una mejor versión que en su debut, para superar a un once escandinavo que ya dejó fuera de la Copa a Italia, y que con un poco de suerte, también podría liquidar a los campeones del mundo.

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