Andy Bofill ha guiado a los Lobos villaclareños Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 21/09/2017 | 06:51 pm
Desde la primera victoria del plantel de Villa Clara ante Santiago de Cuba en la actual Liga Superior de baloncesto, sexo masculino, comenzó el rodaje de una «película» a la que varios televidentes se mostraban atentos para ver hasta dónde llegaba el ímpetu villaclareño. Después de varios partidos invictos, exactamente en el último enfrentamiento de la segunda ronda y luego de 13 triunfos, la tropa de Carlos Valle sufrió su único tropiezo hasta el momento, al caer 62-88 ante Matanzas.
Es casi seguro que en ese rendimiento tuvo que ver la ausencia del delantero Andy Bofill, jugador de 33 años que literalmente se ha echado encima al conjunto, además de marchar como segundo entre los máximos anotadores con 337 cartones, con dos partidos menos que el líder, el santiaguero Esteban Martínez (413). Tras concluir la segunda vuelta de la LSB en el tabloncillo de la instalación habanera La Mariposa, Bofill dialogó con JR.
«Hemos priorizado la rapidez en los entrenamientos, porque hay equipos con jugadores muy altos, así como la preparación física en una etapa en la que se juega con muy poco descanso. Los muchachos jóvenes han asumido con eficiencia su rol, declaró sobre el paso dominante de su armada.
Explica que su entrenador les orientó que lo primero era clasificar y ese propósito ya lo consiguieron. «Lo demás lo veremos en el camino, porque los play off serán más fuertes, dijo.
En cuanto a la forma deportiva magistral que va mostrando en la lid, comentó que la dirección le ha guiado en un entrenamiento diferenciado al resto del conjunto, con horas de adiestramiento en la cancha y en el gimnasio.
«Sin embargo, ya son tres o cuatro años con esta rutina, lo que no se apreciaba el rendimiento pues no nos habían televisado con tanta frecuencia. Yo he sido siempre el mismo, juego para divertirme y aportar a mi equipo. Mi propósito es ayudar al país en la disciplina que practico y para eso siempre estaré disponible», concluye.