CULIACÁN, México.— La actuación del equipo Águilas de Mexicali tiene desbordada a la afición mexicana después de dos victorias convincentes frente a República Dominicana y Puerto Rico. En estos enfrentamientos el estadio de los Tomateros, con capacidad para 20 000 personas, ha estado repleto.
Sueñan con ganar su segundo título en series del Caribe, el primero lo conquistaron en 1986, y hasta ahora han mostrado contundente ofensiva y buen pitcheo.
La buena actuación de México hasta el momento le vino de maravillas a los organizadores, pues sin un buen empuje del equipo local merma considerablemente la afluencia de público, lo cual desluce cualquier evento.
A pesar de esa circunstancia, la asistencia al estadio de los Tomateros en el horario vespertino resulta escasa, y en ello influye, indudablemente, que trascurre en horario de trabajo.
La contentura acá es comprensible, porque el béisbol y el fútbol resultan las dos pasiones de los mexicanos, aunque este último tiene más popularidad.
Según historiadores de aquí, la práctica de la pelota se remonta, más o menos, a 1880 y después transitó por un proceso de desarrollo hasta los años 20 del pasado siglo, cuando se consolidó definitivamente.
Las áreas geográficas donde se juega son Sinaola, Guadalajara, Tijuana, Monterrey y la ciudad de Mexicali, por citar ejemplos.
México es uno de los grandes animadores de la Serie. Pero esto está empezando; cuando se trata de pelota, cualquier cosa puede suceder.