Yumileidi Cumbá. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:13 pm
La constancia merece premios. Así como los que no se cansan en el ascenso casi siempre llegan a la cúspide de un proyecto, hay varios atletas cubanos que fueron subiendo poco a poco en el podio de los Juegos Panamericanos.
El atletismo es el deporte en el cual más exponentes han hecho, como se dice en la pelota, la escalera. Empezaron por medalla de bronce, después plata y llegaron a la cima dorada.
La impulsora de la bala Yumileidi Cumbá es una de ellas. Su historia tuvo el primer capítulo en Mar del Plata-1995.
Se preparó cuatro años para dar un saltico en Winnipeg, pero todavía no el deseado, hasta que en la vecina isla de República Dominicana nadie pudo enviar el implemento más lejos que ella.
Luego, en Río de Janeiro se colgó otra plata al ceder la corona a su paisana Misleydis González, pero ya Yumileidi había escrito una página de sacrificio y de optimismo.
Parecida es la novela de dos corredores inscritos en los relevos de 4x400 en las ediciones de 1983, 1987 y 1991. Agustín Pavó y Lázaro Martínez también hicieron la escalera, y tuvieron el incentivo de que la corona se la ciñeron ante su público, en el estadio panamericano de La Habana.
Curiosamente, también ha habido atletas que iniciaron su carrera en lo más alto del podio y pasito a pasito, sin dejar de ganar medallas, concluyeron en el tercer peldaño, de manera consecutiva. Dos luchadores hicieron el «recorrido» a la inversa: Alejandro Puerto (1987-1991-1995) y Wilfredo Morales (1995-1999-2003).
Escarbando en el compendio Juegos Panamericanos de Enrique Montesinos, uno encuentra otros deportistas que se colgaron medallas de todos los colores, en competencias consecutivas. Empezaron por plata, luego oro, después bronce; el orden de otros fue plata, bronce y oro. Hay de todas las combinaciones posibles, solo que ahora hemos mencionado a quienes lo han hecho ascendente o descendentemente. Pero todos tienen mérito y merecen elogios.