José Ángel García, primer relevista que logra mil ponches en series nacionales cubanas. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:04 pm
Entre los tantos «pelados» que ha hecho en su vida como lanzador, el «barbero de Guanajay», José Ángel García, logró convertirse este martes en el primer relevista que logra mil cortes, digo, mil ponches, en series nacionales cubanas.
Fue en una tarde de muchas carreras en el estadio 26 de Julio de Artemisa. Por segunda jornada consecutiva en la subserie entre los Cazadores y los Alazanes de Granma el partido se estiró más allá del noveno capítulo.
Pero la hazaña ocurrió en el octavo. José Ángel afiló su tijera —que es su rompimiento—, mientras se sentaba en el «sillón» de bateo el zurdo Guillermo Avilés. Y como un buen practicante de su oficio, José Ángel le fue haciendo cortes por aquí y por allá al muchacho, lo acomodó como quería y entonces le hizo el histórico «tijeretazo», tras 955,1 entradas de actuación en los montículos cubanos durante 17 temporadas.
Parece que las temperaturas de este mes son ideales para adormecer los bates, porque hace casi 40 años, el 8 de marzo de 1975, el zurdo Santiago Changa Mederos se convirtió en el primer pitcher que recetaba mil K (letra con la que se codifica el ponche en las estadísticas).
Cuenta el periodista e historiador deportivo Osvaldo Rojas Garay, desde Santa Clara, que ese hecho aconteció en la primera Serie Selectiva y la víctima fue otro lanzador, Walfrido Ruiz, pues en esa época no había bateadores designados.
Y ya que hablamos de ponchadores, recordemos que la lista la encabezan en Cuba tres pinareños —una prueba más de que en esa tierra los lanzadores «embriagan» tanto como el tabaco—: Rogelio García (2499), Pedro Luis Lazo (2426) y Faustino Corrales (2360).
Volviendo al dilatadísimo juego entre Artemisa y Granma, a Avilés no le gustó mucho que su nombre fuera inscrito en la historia de la pelota nacional como el hombre al que José Ángel le propinara el ponche mil, y en el inning 13 conectó un jonrón con dos hombres en circulación, que puso el marcador 14 carreras por 10. Fue esa conexión la que decidió la suerte del duelo.
Después los anfitriones quisieron darles caza a los Alazanes, pero se quedaron cortos, y eso que tuvieron el empate en tercera y la victoria en segunda con un solo out.