Mijaín con el ansiado oro. Autor: Ismael Francisco Publicado: 21/09/2017 | 05:59 pm
VERACRUZ— Tal vez no me crean. Pero esta nota la tenía redactada desde que Pedro Val, jefe de entrenadores de la selección cubana de lucha grecorromana, dio a conocer el equipo que asistiría a los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Solo debía llegarme al World Trade Center, de esta ciudad, sede de varios deportes de combate, para cerciorarme con mis propios ojos y poderla certificar. Sucede que al bicampeón olímpico y mundial Mijaín López (130 kilogramos) solo le faltaba el título regional en su vitrina de trofeos.
En la última de estas citas con presencia cubana, en Cartagena de Indias 2006, el gigante de Herradura no pudo competir por falta de contendientes en su antigua división, la de 120 kilogramos.
Pero, ¡bum!, ahora sí asistieron seis competidores, se dio el torneo y Mijaín, aunque apenas sudó su trusa por la marcada diferencia de nivel técnico que todo el mundo conoce y no hace falta detallar, consiguió el anhelado cetro que le faltaba.
Sus dos primeros triunfos fueron, como se esperaba, por superioridad técnica: 9-0 ante el panameño Raúl Suterlam y 8-0 contra el morocho Rafael Barrero. Y por el oro, el juez le levantó la mano en señal de triunfo por no presentación del dominicano Ramón García.
«Me dijeron que estaba lesionado (García) y no tuve que pelear. Pero de todas formas, él no tenía ninguna oportunidad. Ya le he ganado varias veces y esta no iba a ser para él, máxime cuando estaba en juego el único título que me faltaba en la élite de la FILA (Federación Internacional de Luchas Asociadas). Los grequistas ganamos todos los títulos que disputamos y por eso estoy doblemente contento», declaró Mijaín a la prensa una vez asegurada su corona.
En esta fecha, las dos chicas de la lucha libre que subieron al colchón terminaron con preseas de plata. Yusnelis «la Chiqui» Guzmán (48) no pudo defender el segundo ataque consecutivo que le hacía a su pierna izquierda la veloz y veterana gladiadora colombiana Carolina Castillo, y cayó por 4-6 merced a un pase atrás.
Mientras, en un combate en que solo se marcaron puntos por pasividad, Yacqueline Estornell (58) había conseguido el suyo en el primer período frente a la mexicana Alejandra Romero. Así se fueron al descanso.
Pero en el segundo, marcó la anfitriona cuando el árbitro penalizó a la cubana. Y como en la lucha libre se decide a favor de quien marcó el último punto del empate, entonces ya ustedes sabrán traducir el desenlace.