Di María hizo de Messi y marcó el gol albiceleste. Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 05:51 pm
Argentina y Bélgica debieron enrolarse este martes en una agotadora prórroga para deshacerse agónicamente de Suiza (1-0) y de Estados Unidos (2-1), respectivamente, y así asegurar los dos últimos cupos para los cuartos de final de la Copa del Mundo de Fútbol Brasil 2014.
Una vez más, la albiceleste ganó sumida en su letal Messi-dependencia. ¿Será matraca mía? Creo que no. Su peliagudo triunfo contra los helvéticos, en la Arena Corinthians, de Sao Paulo, da fe de ello.
Las estadísticas hablan claro del dominio argentino. Completaron 587 pases, tuvieron 61 por ciento de posesión del balón e hicieron 29 disparos, de los cuales 22 fueron a puerta. Con esos dígitos, la cosecha de goles debió ser mayor.
Volantes y defensas por doquier, custodiaban a Messi para evitar que el genio «frotase» la lámpara. Y lo lograron en el primer tiempo. Gago y Mascherano jamás se conectaron con él y con el ariete Higuaín, quien repitió su papel de «me vestí, pero no sudé». Al crack del Barça solo le quedaba bajar a recibir balones. Pero ahí mismo se encontraba frente al infranqueable muro de contención rival… y se inició el esperado duelo frente a su par, el llamado «Messi suizo», otro zurdo de apellido Shaqiri, dueño de la pelota entre los del país alpino por calidad, potencia y corazón.
Pero en el segundo tiempo, la Argentina de Messi le puso el pie al acelerador. El incansable Di María retornó al flanco izquierdo y Lavezzi por la derecha. Se combinaron mejor y comenzaron a exigirle al arquero Benaglio. No le prestaban el balón a Suiza, que solo con algunas escapadas de Shaqiri, quitó un poco de tensión a sus hinchas en las gradas. Ya en el minuto 117, Messi rompió por el centro y abrió para la derecha. Di María ejecutó raso y puso a Argentina en los cuartos. Aunque Dzemaili casi lleva el encuentro a los penaltis.
«Primero pensé en jugármela, después vi que apareció el Fideo (Di María) y decidí pasársela», comentó Lionel después del juego.
En la otra prórroga de la fecha, en la arena Fonte Nova, las escuadras de Bélgica y Estados Unidos comenzaron el partido como dos boxeadores sobre un ring: mucho estudio y pocos golpes. Pero en la medida en que avanzaba, los «Diablos Rojos» se adueñaron del mediocampo, con el accionar de De Bruyne, Hazard, Vertonghen y Fellaini, maximizaron su ya tradicional ofensiva e hicieron 48 disparos, de ellos ¡27 a puerta! Pero se tropezaron con los endemoniados «tentáculos» del cancerbero Tim Howard, quien evitó una escandalosa goleada.
Bélgica sacó provecho de sus contragolpes por la izquierda. Los pases entre Vertoghen, Hazard y de De Bruyne se repitieron uno tras otro. Pero ninguno amilanó a Howard, quien acabó los 90 minutos reglamentarios con ¡12 salvadas! en total. Estados Unidos pudo evitar la prórroga si Wondolowski, con la portería vacía, no hubiese errado el tiro.
Ya en tiempo extra, el delantero Romelu Lukaku sustituyó a Origi. ¡Y lo hizo a la perfección! En el minuto 94, el delantero del Chelsea se escapó por la banda derecha, y disparó, solo ante Howard, quien rechazó una vez más, pero el balón cayó a los pies de Kevin De Bruyne, que tras un recorte, logró anidarlo en el fondo de la red. Y en el 103’, de Bruyne, quien se había escapado por la banda en la enésima contra belga, puso el centro para que Lukaku rematara a Howard.
Luego apareció Green, recién ingresado al campo, y anotó el gol estadounidense. Hasta ahí las clases.