Paulinho (izquierda) y Rakitic pelean un balón en el mediocampo. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:50 pm
La pizarra del Arena Corinthians, de Sao Paulo, así lo reflejó: Brasil superó por 3-1 a Croacia, en el partido inaugural de la Copa del Mundo 2014, por el grupo A. Realmente, la «verdeamarella» venció, pero no convenció, ni a mí, ni a sus hinchas. Y creo que a ustedes tampoco.
Lo que sí evidenció la tropa del técnico Luiz Felipe Scolari fue un cambio radical de su tradicional jogo-bonito, por el «cumplimiento», sin protestas, de un estilo efectivo y de plena seguridad en el trato al balón, del cual solo escapan su crack Neymar y el volante creativo Óscar.
«Le cambiaron la cara a Brasil», les escuché comentar a mis colegas. Y les doy la razón. Ahora muestran efectivos defensas y volantes de contención. Pero les falta el hombre-gol, ese delantero que llegue al área chica en repetidas ocasiones y le ponga los nervios de punta a los defensas.
La «canarinña» no fue amena. Incapaz de regodearse con el balón, como se deleitaba otrora, parecía un clásico cuadro europeo. No mostró la tradicional magia de sus jugadores ofensivos, y por eso, no complació a sus seguidores, más allá de la victoria que les proporcionó los tres puntos necesarios.
Dani Alves y Marcelo subiendo por los laterales y enviando balones al centro. Los hombres de ataque apenas se internaron en el área con pelota dominada. Sí, tuvieron la esférica y no se la prestaron a los croatas, que fueron fieles a su tradicional diseño de juego: recibir al rival y buscar las vías para un contraataque efectivo.
Y así llegó la primera diana. Los balcánicos se fueron a la contra, y se adelantaron en el minuto 11, cuando Marcelo metió la redonda en la cabaña de Julio César, primer autogol de Brasil en la historia mundialista.
Neymar mostró su talento y empató en el 21, con un tiro cruzado, de zurda, inatajable a pesar del estirón del cancerbero Pletikosa. Y así se fueron al descanso.
Pero en el complementario, cuando los europeos iniciaron con mucho ímpetu ofensivo, llegó la evidente ayuda del árbitro japonés Yuichi Nishimura, cuando en el minuto 71, marcó un inexistente penal sobre Fred —quien apenas tocó la esférica en todo el juego—, y Neymar lo transformó, a pesar de que el portero le «leyó» sus intenciones de enviarlo hacia el primer palo.
Ni así se rindieron los croatas. Incluso, marcaron un gol que les fue anulado. Y Scolari no esperó más. Tenía que evitar el empate rival. Entonces, sentó a Neymar y trajo a Ramires. Luego, Óscar, sin dudas el mejor jugador del partido, selló el 3-1 en el minuto 90+1 con otro «empujoncito» del silbante nipón, que no pitó una falta previa sobre un jugador croata.
Hoy habrá tres partidos. Camerún-México cerrarán la primera ronda del grupo A, en tanto la llave B tendrá los cotejos Chile-Australia y España-Holanda, este último reeditando la final de la pasada Copa del Mundo Sudáfrica 2010.