Cabeçao, el oráculo del Mundial. Autor: Flickr Publicado: 21/09/2017 | 05:50 pm
Adivina, adivinador. Seguro estoy de que todos recuerdan a aquel afamado pulpo Paul, protagonista que vaticinó los resultados de la Eurocopa 2008 y de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010. En esta última, el octópodo exhibido en un acuario de Alemania tuvo la certeza de predecir, entre otros, el triunfo de la selección española en la gran final ante Holanda.
Pues les comento que el extinto Paul, cuyas adivinaciones le hicieron granjearse el respeto y el cariño del bien llamado planeta fútbol, ya tiene un imitador en la Copa del Mundo, que se inicia hoy en Brasil.
Este nuevo animal oráculo también tiene relación directa con el mundo marino. Me refiero a una tortuga macho, de 25 años, llamada Cabeçao (cabezona, en su traducción del portugués al español).
Dicha tortuga boba o caguama (de la especie Caretta caretta), habita en un refugio ubicado en el balneario de Praia do Forte, cien kilómetros al norte de Salvador, una de las ciudades sedes del máximo certamen futbolístico.
Y de cara al primer compromiso de hoy entre el pentacampeón Brasil y Croacia, por la fecha inicial del Grupo A, el quelonio ya arrojó su primer pronóstico: victoria de la escuadra «canarinha».
Este miércoles, Cabeçao eligió comerse un pez que pendía de una bandera brasileña, en lugar de otro que colgaba de una de Croacia. Si hubiera decidido «merendarse» otro pez que se suspendía del balón Brazuca ubicado entre ambas banderas, entonces hubiera pronosticado un empate.
Este divertido suceso ya se conoce en todo el mundo. Los brasileños ya veneran la pintoresca tortuga. Pero en Croacia, los hinchas no le prestaron mucho interés. «Creo en Dios y en Croacia, no en una tortuga», señaló un lector del diario Vecernju List, al tiempo que otro escribía que «los brasileños pagarán por esa arrogancia», en clara alusión a una victoria croata.
Antes de Cabeçao, se manejaban otras mascotas que se encargarían de predecir a los ganadores de los partidos del Mundial: unos jóvenes osos panda, que viven en el Centro para la Protección e Investigación de Pandas Gigantes de Sichuan, China. Pero de los presumibles pronósticos de los plantígrados, aún no tenemos informaciones.