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Robelio Carrillo consiguió el primer triunfo de Villa Clara. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:47 pm

Más que contra la pared, el equipo de Villa Clara, vigente monarca del béisbol cubano, se veía liquidado. Su salida del trono parecía cuestión de tiempo, tal vez de nueve episodios, frente a una entusiasta afición que, a pesar de no pocos desencantos, albergaba la esperanza de ver a los suyos burlar la escoba yumurina.

Y esa fe en el posible triunfo sobre el aplastante elenco matancero comenzó a florecer en el mismo primer capítulo del duelo, cuando cayeron como hormigas en la miel sobre los envíos del diestro Joel Suárez, una vez más la carta fallida de los Cocodrilos.

Con par de bateadores fabricaron los Azucareros su primera carrera. Dobles sucesivos de Yuniet Flores y el refuerzo avileño Yorbis Borroto fueron el chispazo. Y acto seguido, el jardinero Yordanis Linares despachó la pelota más allá de los límites para redondear el tempranero ataque.

Parecía el preámbulo de un buen racimo, pero emergió Eduardo Blanco, un lanzador que hasta ese instante apenas tenía 15.2 entradas lanzadas en todo el campeonato, y levantó un muro de contención en torno al box de los matanceros. Fueron poco más de seis entradas en la que la ofensiva local volvió a su letargo de las tres incursiones precedentes, con apenas par de indiscutibles en 20 veces al bate.

Esta vez el estratega Víctor Mesa no tentó demasiado a la suerte, y tras el pelotazo a Ramón Lunar decidió que era hora del recambio. Encomendó al «importado» Lázaro Blanco seguir la faena, pero el granmense flaqueó en el octavo. Cañonazo de Flores y el timonel Ramón Moré volvió a tirar del manual de sacrificio, bien logrado por Borroto. Vino entonces el robo de la antesala ya con Frank Sanmartín en plan rescate, y a seguidas el hit impulsor de Linares, quien estampó su firma en tres de las cuatro anotaciones de su equipo.

Con esta última raya llegó un poco de tranquilidad al alto mando de los Naranjas. Consciente de que una derrota despedazaba cualquier posibilidad futura, acudió a los servicios de Robelio Carrillo a partir del quinto inning, después de que el solitario y largo cuadrangular de Yasiel Santoya redujera a una la diferencia inicial.

Desde entonces, el zurdo de Remedios tiró cuatro entradas y un tercio, en la que apenas encajó un imparable de Eriel Sánchez y ponchó a par de oponentes para agenciarse un triunfo defendido espectacularmente a la hora de recoger los bates con los soberbios fildeos del paracortos Yorbis Borroto y el antesalista Yeniet Pérez.

De tal forma, ambos equipos volverán a luchar esta tarde sobre la grama del estadio Augusto César Sandino de Santa Clara con objetivos muy bien definidos. Los discípulos de Víctor Mesa intentarán dar el tiro de gracia que le abra las puertas de otra final, mientras que los anfitriones pelearán por la supervivencia en una serie en la que nunca fueron favoritos. ¿Habrá quinto juego?

Leones que fuman

Entre el inicio y el final del duelo entre Pinar del Río e Industriales en el estadio Latinoamericano existió una diferencia abismal. Quienes vieron al refuerzo cienfueguero Noelvis Entenza lanzar apenas ocho bolas en zona mala, se imaginaron lo peor. Pero para satisfacción de los miles de aficionados que repletaron las gradas del Coloso del Cerro, el zurdo Pedro Durán protagonizó la que tal vez es su mejor faena de la temporada.

El muchachito de 19 años no pudo evitar el fly de sacrificio de Lorenzo Quintana, luego de un sacrificio ultraconservador con Donal Duarte en el cajón de bateo. Pero en lo adelante fue un castigo para la batería visitante, que apenas pudo conectarle tres imparables en siete entradas de actuación.

Mientras, la artillería azul volvió a percutir con una producción notable frente a los envíos del zurdo Julio Alfredo Martínez, una de las principales cartas de triunfo del staff pativerde. Dobletes salidos de los bates de Raiko Olivares, Rudy Reyes y Alexander Malleta —repartidos entre el segundo y tercer episodio— fueron suficientes para el triunfo. Pero otro batazo de dos bases a la cuenta del máscara Frank Camilo Morejón le pusieron la guinda al pastel, con el que los anfitriones celebraron su ventaja de 2-1 en el pulso semifinalista. Porque las pifias de Torriente y Rudy en el noveno solo «maquillaron» el desenlace.

Esta noche la tropa dirigida por Alfonso Urquiola saldrá en busca del triunfo que equilibre la balanza. Pero si fracasa en el intento, la posibilidad de regresar con vida a Vueltabajo se reduciría considerablemente. De su despertar ofensivo dependen todas sus opciones.

Resultados del lunes