Un colosal esfuerzo hicieron los trabajadores de mantenimiento, pero finalmente la lluvia ganó el pulso. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 05:35 pm
SANTA CLARA.— Con la victoria dominical esta ciudad, más naranja que nunca, se preparó para una posible fiesta que este lunes no pudo ser. La batalla que podía definir quedó pospuesta, pues un aguacero, tan torrencial como inoportuno, anegó el diamante del estadio Augusto César Sandino dejándolo inutilizable.
Un colosal esfuerzo hicieron los trabajadores de mantenimiento, pero finalmente la lluvia ganó el pulso. De tal forma, ambos equipos volverán a cruzar armas hoy a partir de las 7:00 p.m., de seguro que frente a la misma afición que colmó las tribunas y esperó esperanzada la clemencia de la naturaleza.
No debe haber variaciones en la designación del zurdo Misael Siverio como el pitcher abridor de los locales, mientras que —con un día más de por medio— la decisión yumurina pudiera inclinarse más hacia el diestro Joel Suárez.
De salir airosos los Naranjas todo habrá concluido, y un mar de pueblo comenzará a disfrutar —ojalá de forma disciplinada— las alegrías contenidas durante 17 temporadas.
Pero si los Cocodrilos logran hundir sus dientes, la historia trasladaría sus escenarios hacia el Victoria de Girón matancero, con la posibilidad de que allí suceda cualquier cosa.