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Algo de la nada

La ruta que falta por recorrer será complicada para los cubanos, y tanto la clasificación olímpica como el avance hacia la final de la Liga todavía siguen en zona de duda

Autor:

Raiko Martín

Hay cosas en el universo todavía inexplicables. Suceden y sorprenden, aunque, como a la actuación inicial de la escuadra masculina cubana de voleibol en la actual Liga Mundial, les busquemos una y otra vez las causas más razonables.

No es la primera vez que el grupo comienza un torneo de esta magnitud sumido en la más terrible  incertidumbre. Pero, contra toda lógica, los voleibolistas cubanos nos demuestran —talento aparte— que son como camaleones, seres adaptables a las más altas exigencias del entorno, y capaces de nadar contra la marea hasta llegar con éxito a la lejana orilla.

Claro que todavía es muy temprano para lanzar campanadas al vuelo. Sin embargo, la faena realizada durante el primer «round» del presente torneo es ilustrativa.

Algo similar sucedió en la edición de 2009, cuando el equipo inició el pasado ciclo olímpico con una renovación capital. Y sin complejos, dominó su grupo por encima de las poderosas escuadras de Rusia y Bulgaria, para terminar rozando el podio de premiaciones.

El panorama era parecido durante la pasada cita, cuando concursaron sin tres de los principales pilares que sostuvieron el subcampeonato mundial un año antes. Y con tan sensibles bajas, lograron incluirse entre los finalistas del torneo.

Ahora cerraron el capítulo inicial con dos triunfos. Pudieron ser tres, pero les faltó la maestría necesaria para someter a los serbios en los momentos decisivos. Frente a los japoneses se vieron superiores y contra los rusos supieron crecerse hasta alturas por todos insospechadas.

Se podrá decir que los vigentes monarcas no terciaron sus mejores armas, o que los balcánicos apenas comienzan a afinar su engranaje. Ambas atenuantes pudieran ser válidas, pero no ante un equipo tan «maltratado» y escaso de vuelo como el cubano.

Y si a alguien no lo convence el argumento, que mire algunas de las estadísticas globales de estos tres asaltos primarios. De pasador suplente, Yoandri Díaz terminó ahora como el mejor acomodador del tramo inicial. De momento, el capitán Wilfredo León y el auxiliar Fernando Hernández lideran el apartado de servicios con seis aces per cápita.

El primero logró en un fin de semana apenas cuatro menos que todos los conseguidos durante la etapa clasificatoria de la pasada edición, cuando el zurdo capitalino acumuló ocho.

Sin duda, son numeritos tan alentadores como los 63 puntos conseguidos por León y los 49 en la cuenta de Fernando, que les ubican en los puestos cuatro y siete del escalafón de máximos anotadores. O el tercer escaño del líbero Keibel Gutiérrez en el acápite defensivo.

Pero si eso no fuera suficiente, que se valoren las faenas de nuestros inexpertos centrales. Si el jovencito David Fiel no desentonó en los dos primeros duelos, los 12 puntos del también debutante Danger Quintana frente a los rusos fueron lo más cercano a una proeza.

Aun así, la ruta que falta por recorrer será complicada, y tanto la clasificación olímpica como el avance hacia la final de la Liga todavía siguen en zona de duda. Pero no somos pocos los realistas que soñamos con nuevas hazañas.

A fin de cuentas, y aunque no guste, nos hemos acostumbrado a ver a nuestros voleibolistas arar en el mar, y hacer crecer una flor sobre los arrecifes.

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