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GUADALAJARA.— No importa si es primero, segundo, o último lugar en una competencia. Lo cierto es que cada uno de los atletas mexicanos que ha competido en estos Juegos Panamericanos tiene garantizado un apoyo inmenso de la porra mexicana, un público que nunca se cansa de animar a los suyos.
Aquí los Juegos son una fiesta y el deporte es pasión. El estado de Jalisco ha sido campeón de las olimpiadas nacionales mexicanas en los últimos 12 años.
La porra asiste a los estadios con infinitas iniciativas. En el taekwondo vimos carteles con los nombres de los locales grabados en un lado, y por el otro la bandera nacional mexicana.
Daniela Gaxiola, la destacada ciclista local, contó asimismo con un club de admiradores que asistieron al velódromo ataviados con su nombre en unas playeras (pulóveres), alegóricas a esta cita continental.
No son menos los organizadores en procurar la alegría en la gradas, pues a la entrada de los recintos reparten aplaudidores, pañuelos verdes y manos rojas gigantes, todos destinados a llenar de colorido y bullicio las competencias.
Pero los mexicanos no solo aplauden a los suyos. Cuba ha sido testigo de innumerables muestras de apoyo, como si estuviéramos en casa.
