La Habana venció a Pinar del Río, diez carreras por seis, y Ciego de Ávila despertó del letargo y pospuso la fiesta en Villa Clara
PINAR DEL RÍO.— Tras un constante dime que te diré, La Habana venció a Pinar del Río, diez carreras por seis, y empató sensacionalmente la semifinal occidental del béisbol cubano. Mientras, Ciego de Ávila despertó del letargo y pospuso la fiesta en Villa Clara.
Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente. Eso le sucedió este viernes al alto mando pinareño, pues el abridor Yunieski Maya y el relevista Yosvani Torres fueron muy demorados en la colina de los suspiros. Así, después del polémico doble de Danger Guerrero sobre las cercas del jardín izquierdo en el segundo capítulo —por suerte los árbitros rectificaron lo que hubiera sido un error garrafal—, los vaqueros fueron fabricando sus carreras a cuentagotas hasta el paquete decisivo en el último episodio.
En cambio, Pinar tomó dos veces las riendas del partido, en la cuarta y la sexta entradas, pero en ambas ocasiones quedaron dos hombres en bases que pesaron muchísimo al final. Además, Casanova dejó batear a León en el séptimo inning con las bases llenas —algunos en el graderío pedían a Mijaín Rivera— y el noveno bate se vio indefenso ante los envíos del supersónico Miguel Lahera.
Sin embargo, Lombillo hizo lo mismo con Rolando Méndez en el octavo, y este se tomó un ponche que pudo ser fatal. En el béisbol se gana con carreras y unas veces la vida regala segundas oportunidades, pero otras no.
En fin, la serie llegó a su clímax y esta noche tendremos el importantísimo quinto juego. Pinar se lo juega casi todo con Lazo en el montículo, pues otra derrota los pondría al borde del abismo.
Para los habaneros la realidad es diferente, porque su objetivo principal ya está cumplido: regresar al Nelson Fernández y allí preparar una emboscada.
¿Cambiaron los pronósticos? Veremos, pero al menos soplan otros aires. Súbitamente, ya no siento tan fuerte el aroma del tabaco...
Se mueven los tigresPor fin Roger Machado barajó sus cartas —«refrescó» a Adonis García y puso a jugar a Tamayo— y Ciego de Ávila superó anoche a Villa Clara, ocho carreras por dos, en un abarrotado estadio Sandino.
Digan lo que digan, estos Tigres tienen garras, y lo demostraron llevándose una victoria contundente cuando casi todos daban por segura la «pollona». Muy bien estuvo el zurdo Maikel Folch, quien «caminó» hasta el octavo a pesar de presentarse sin su velocidad acostumbrada, quizá por el poco descanso.
Hoy Villa Clara tratará de rematar en casa, pues si a los Tigres se les destapa el apetito habrá que correr. Ojo con la confianza, que siempre trae peligro.
¿Regresamos al Cepero? No sería descabellado... Lo cierto es que sabe bien este play off naranja-piña.