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Ciego de Ávila tiene la mejor defensa de la actual campaña beisbolera, con jugadores de experiencia en este apartado, pero los juegos de pelota se ganan anotando carreras. Foto: Alex Castro Tres triunfos y 13 derrotas en 16 presentaciones, constituyen la peor racha de este equipo en los últimos años. Es su segunda temporada sin luz eléctrica en el estadio principal; lesiones y baja ofensiva —unidas a un incompleto entrenamiento—, machacan al conjunto.
Observen su bateo de la serie 40 hacia acá: .292; .288; .302; .314 (récord para el elenco); .296 y .311 hace un año, con 89 jonrones.
Ahora suman .261, con 38 batazos a la calle, según datos suministrados por Youris, Santiago y Daquinta, de la radio provincial.
En algún momento tuvieron 11 lesionados. Roger Machado no jugará más; Isaac Martínez se recupera de hepatitis y el tercer bate Yorelvis Charles sufre de sus piernas.
Además, juegan lastimados: Borroto, Poll (a siete hits de los mil), Tamayo, Danny y Yordanis Pérez. Mario Vega está en el banco.
Hace un año, todos los del cuadro batearon 300, pues Lisdey Díaz sustituyó a Roger Machado. En los jardines, el más «débil» resultó Poll, con 297.
Ciego de Ávila tiene la mejor defensa del torneo, un esforzado cuerpo de tiradores, pero gana pocos juegos cuando su ofensiva se apaga. No tiene las armas de Villa Clara: toque, velocidad, robo de bases...
Antes de enfrentar a Industriales, hace una semana, Barroso le permitió una carrera a La Habana, Folch hizo otro tanto y Valery dejó el juego con ventaja de 2-1; pero Ciego perdió los tres partidos.
Solo hay una fórmula para que salgan del atolladero: que despierten su ofensiva, pero a estas alturas parece demasiado tarde.
