Una empresa sueca de arquitectura se ha propuesto evitarle a los pobladores de la ciudad noruega de Andalsnes, sus crudos inviernos, por lo que idearon un sistema para poner gran parte de la ciudad sobre una red de vías de tren abandonadas y desplazarla a una ubicación más templada. De esta forma, buena parte de los edificios podrían llevarse del puerto, donde el viento es cruel, a una zona más resguardada.