Otro que también terminó tras las rejas fue Mark Anthony Richardson Jr., quien tenía una forma muy peculiar de atraer a incautas niñeras: las telefoneaba para pedir sus servicios de atención a un supuesto bebé… y las esperaba en pañales. Pero el fraude no le duró mucho al «párvulo» de 21 años de edad, pues al contemplarlo ante la puerta con tal aspecto, una de las cuidadoras resolvió el problema con una llamada a la comisaría.