Si la precocidad define el futuro, Mikolaj Sobolewski será sin dudas un «trotamundos». El pequeño polaco de tres años abordó solo un avión luego de viajar —también por su cuenta— 24 kilómetros hasta el aeropuerto de Okecie en Varsovia. Antes se fugó de su casa y trepó a un bus para el aeropuerto, donde increíblemente se las ingenió para abordar la nave y luego descender sin que nadie advirtiera su ausencia de compañía. Solo la policía detuvo su excursión, cuando lo detectó en la zona de embarque. Si lo dejan, llega a China ¡sin sacar pasaporte! Férreas mañanitas
Menudo despertar debió tener el alemán Franz Zimmerman, quien se quedó dormido en las vías del ferrocarril y salió ileso a pesar de que un tren le pasó por encima. El jubilado, de 67 años, decidió tomar su siesta de embriaguez y eligió como cama el espacio de los rieles, donde por suerte permaneció inmóvil, pues al menor movimiento habría despertado en el otro mundo. Y ni el ensordecedor chirrido de las ruedas logró sacarlo de la modorra hasta que la policía lo espabiló definitivamente. ¡De pie, mi viejo, a curar la resaca en la comisaría!
Cariño, estamos divorciadosUn feliz matrimonio en la India tuvo que probar un trago amargo: descubrir que se había divorciado. Increíble y complejo, el caso es que Meena Verma, madre de dos niños y esposa de Virender intentó levantar una denuncia contra su familia política y al hacerlo le informaron que estaba divorciada de su marido desde hacía diez años. Al parecer, su cuñado que es abogado, tramitó la ilegítima separación para evitar una denuncia similar. De ahí que, para la ley, la pareja ni está casada ni tiene suegros. Y si se hace justicia, el abogado dejará también ¡de ser abogado!