Yessi Guridi, Jorge Luis Sánchez, Tamara Castellanos, Yudexi de la Torre y Thaimí Alvariño (de izquierda a derecha), quienes conformaron una gran familia en la telenovela. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 25/01/2025 | 09:40 pm
Una nueva telenovela cubana ha llegado para captar la atención de los televidentes; una historia que gira en torno a tres mujeres de mediana edad, tres «tembas poderosas» como ellas mismas se definen, que buscan la felicidad en su vida cotidiana. Omara, Rita y Carelia se reúnen todos los sábados para celebrar su amistad, pero la llegada de un nuevo personaje pondrá a prueba su relación y los lazos que las unen.
Esta producción de 60 capítulos, escrita por el guionista Jorge Luis Sánchez y bajo la dirección general de Tamara Castellanos, cuenta con un elenco protagonista compuesto por Thaimí Alvariño, Yudexi de la Torre y Yessi Guridi, quienes dan vida a estas mujeres que enfrentan diversas pruebas emocionales mientras persiguen sus sueños y aspiraciones.
Sábados de gloria llegó en un momento inesperado para Castellanos: «La Casa Productora me convocó para dirigir este proyecto justo cuando estaba inmersa en otro como actriz», comparte. Sin embargo, la línea argumental de la telenovela despertó su interés y decidió embarcarse en este nuevo desafío, con valentía y la experiencia previa acumulada en Asuntos pendientes y el telefilme A contraluz.
En sus palabras, Tamara Castellanos expresó la dualidad de sentimientos que experimentó en ese momento: «Fue una decisión difícil porque siempre he querido que valoren mi faceta actoral, y en ese instante sentía que renunciaba a algo importante. Así comenzó Sábados de gloria, un proyecto que asumí con entusiasmo, pero siempre con la nostalgia por el personaje que dejé atrás».
—¿Qué le llamó la atención del guion de Jorge Luis Sánchez cuando tuvo acceso a los primeros capítulos?
—El tema me llamó profundamente la atención. La mediana edad es un terreno poco explorado en los audiovisuales, y mucho menos con protagonistas de ese grupo etario. Era una temática que siempre me había interesado, incluso antes de llegar a esa etapa de la vida, porque considero que es un momento fascinante, una especie de clímax personal y emocional. De hecho, alguna vez había coqueteado con la idea junto a mi entrañable amigo Freddy Domínguez.
«Sábados de gloria llegó en el momento justo, cuando yo misma estaba en la edad perfecta para conectar con su esencia. Al final, siento que este proyecto fue un sueño hecho realidad, por eso tenía que asumirlo; porque era mi realidad y la de muchos, y porque merecía ser contada con valentía».
—¿Cómo se enfrentó al interés de desarrollar una telenovela con un guion que se iba construyendo durante el rodaje?
—Asumí el proyecto con solo 20 capítulos escritos, lo que representó un gran reto tanto para el guionista como para todo el equipo. Nos lanzamos al trabajo con mucha incertidumbre, pero también con entusiasmo. Jorge Luis iba escribiendo mientras yo iniciaba los ensayos con los actores. Poco a poco fuimos delineando los personajes y, con la ayuda del asesor como puente con el guionista, exploramos y definimos el rumbo de las subtramas y los personajes para avanzar en el proceso.
«Logramos ensayar todas las subtramas y completar los 60 capítulos, lo cual fue un verdadero maratón, pero al final lo conseguimos. Para mí, el trabajo de mesa es fundamental, es una parte crucial del proceso de rodaje. Ese espacio asegura que los actores lleguen al set con confianza y seguridad, lo que marca una gran diferencia en la calidad del resultado final».
—¿Cuál es la línea argumental de Sábados de gloria?
—La telenovela gira en torno a tres amigas que se conocen desde la infancia y que, unidas por un juramento de amistad eterna, han logrado mantener su vínculo a lo largo de los años. Cada sábado se reúnen para conversar, compartir sus experiencias y reflexionar sobre sus vidas.
«Sin embargo, todo cambia con la llegada de un nuevo personaje que desencadena conflictos inesperados y pone a prueba la fortaleza de su relación, al punto de amenazar con romper ese lazo tan especial. Las subtramas que giran en torno a las protagonistas enriquecen la narrativa con temas igualmente interesantes y cercanos al espectador».
—¿Cómo considera que esta temática conectará con el público cubano?
—Creo que, en términos generales, la línea argumental y las subtramas conectarán profundamente con el público porque están muy cercanas a nuestra realidad. La amistad, la fidelidad, el amor y la búsqueda de la felicidad, que es el tema central de esta telenovela, son valores esenciales en la vida de los cubanos, quienes además son muy sensibles por naturaleza.
«Se refleja esa añoranza por los encuentros familiares y la unión, elementos que resuenan en nuestra cotidianidad. Además, la historia aborda temas fuertes que pueden resultar polémicos, pero que desde la reflexión buscan transmitir mensajes positivos, siempre partiendo de la verdad y el amor. Por otro lado, hay situaciones que invitarán al espectador a reflexionar profundamente sobre diversos aspectos de la vida».
—Es una telenovela protagonizada por mujeres de mediana edad. ¿Qué aportes desde su experiencia personal influyeron en la forma de representar los conflictos de las protagonistas?
—Mis aportes al proyecto parten en gran medida de mi experiencia personal, ya que estoy viviendo esa etapa de la mediana edad, rodeada de conflictos muy presentes en nuestra sociedad actual. Carelia es el personaje que lleva la línea argumental; es actriz y lamenta que cada día haya menos roles para mujeres de esa edad.
«El personaje de Rita, que me hubiese encantado interpretar, sigue patrones patriarcales: es una profesional dedicada a la familia, pero en un punto decide ser feliz y recuperar su autoestima. Por su parte, Omara es una emprendedora nata que, en un momento de su vida, también apostó por su felicidad.
«Todas estas historias han estado muy cercanas a mí, y de cierta manera recrear esa realidad y transmitir mensajes a través de ellas ha sido lo más reconfortante».
—Cuéntanos un poco sobre la producción...
—En un escenario fluctuante como el nuestro, los desafíos son constantes. Sin embargo, el reto principal era mantener la calma, buscar alternativas y luchar por sacar adelante la obra. El proceso no fue nada fácil; enfrentamos jornadas intensas con rodajes en exteriores, lidiando con adversidades como problemas de sonido y condiciones que distaban mucho de ser óptimas.
«A pesar de todo, estoy profundamente agradecida con mi equipo, que demostró ser verdaderamente titánico en su esfuerzo y compromiso».
Sábados de gloria no solo es una telenovela; es un espacio donde la amistad, la reflexión y los valores se entrelazan con las experiencias de sus protagonistas. En este proyecto, Tamara Castellanos logró equilibrar su faceta de actriz y directora, algo que no es tarea fácil. «La actriz en mí siempre prevalece», comenta Castellanos, pero su habilidad para conciliar sus puntos de vista como actriz con los de los actores durante el trabajo de mesa fue clave para que todo quedara claro antes de comenzar el rodaje.
A medida que asumió su rol como directora, supo mesurar sus ideas y evitar imponer su visión del personaje, lo que permitió que la producción fluyera con armonía y precisión.
Al integrar los elementos clásicos de la telenovela con una mirada moderna y ajustada a las realidades de Cuba, Sábados de gloria presenta una trama que invita tanto al disfrute como a la reflexión. Castellanos destaca que esta historia ofrece subtramas que generarán debates profundos, especialmente en temas sociales y familiares.
Estos diálogos contribuirán a la inclusión, al rescate de valores, y a la búsqueda de la felicidad, siempre con la intención de abrir un espacio para la comprensión y el crecimiento. Así como las «tembas poderosas» de la telenovela, que enfrentan pruebas y transformaciones, Sábados de gloria invita al espectador a reflexionar sobre sus propias realidades y sobre cómo, en medio de las dificultades, es posible encontrar la fortaleza para seguir adelante.