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Edificio de Arte Universal de Bellas Artes Autor: Roberto Morejón Publicado: 05/07/2020 | 09:02 pm
Luego de casi cuatro meses cerrado al público debido a la pandemia de la COVID-19, el martes 7 de julio, a partir de las 10:00 a.m., reabrirá sus puertas el Museo Nacional de Bellas Artes, afirmó su director Jorge Fernández.
En declaraciones ofrecidas a Juventud Rebelde vía telefónica, Fernández informó que ese día comenzará a funcionar solo el Edificio de Arte Universal. El de Arte Cubano, explicó, no estará disponible hasta el 1ro. de agosto por varias razones: «estamos reparando la escultura de Mateo Torriente, que se encuentra a la entrada. Eso invalida el acceso a la instalación.
«En ese inmueble hemos desmontado, además, todas las exposiciones que se inauguraron durante la pasada Bienal de La Habana y que aún manteníamos en salas. Esos espacios los estamos acondicionando con un nuevo diseño museográfico. Se mantienen el orden cronológico, las grandes obras clásicas, históricas, de nuestra colección, esas que al público le gusta tanto ver.
«La exposición Firmeza, de Marta María Pérez, la cual fue inaugurada un día antes del cierre, permanecerá unos meses más. En octubre, si las circunstancias lo permiten, haremos una muestra homenaje a Antonia Eiriz por sus 90 años, justo donde se halla ahora Ars Longa, la muestra de José Ángel Toirac (Premio Nacional de Artes Plásticas 2018), en el tercer piso de Arte Cubano.
«Mientras tanto, En ningún lugar como en casa, de Alexis Leyva Machado “Kcho”, será inaugurada el 27 de noviembre y ocupará el patio y la sala transitoria pequeña del segundo piso. Para diciembre está previsto la apertura de la exposición de Lesbia Vent Dumois, premio nacional de Artes Plásticas 2019».
―¿Cómo será el acceso al Edificio de Arte Universal?
―Entrará solo un número limitado de personas (alrededor de 200, distribuidas en todos los pisos y manteniendo las medidas que se exigen para esta primera fase). El público podrá disfrutar del tesauro con el que contamos, siempre que respete las orientaciones emitidas por las autoridades de Salud y la máxima dirección del país.
―¿Tienen previsto inaugurar alguna muestra en los próximos días?
―No. Por el momento, hasta octubre, no haremos inauguraciones. Es mejor esperar y ver cómo se comporta todo. Hemos valorado hacer en el teatro, sin público, algunos conciertos y obras de teatro.
―Muy intensa ha sido la presencia del Museo en las redes sociales. Háblenos de esa experiencia.
―Han sido meses de mucho trabajo y contacto permanente con el público a través de las plataformas digitales. La labor del Museo se hizo visible en Instagram, Facebook, en nuestra página web, y otros espacios virtuales en los que rememoramos un importante número de exposiciones realizadas con anterioridad.
«Los especialistas en Curaduría, Relaciones Públicas y Comunicación, y Educacionales han tributado con muchos trabajos tanto al boletín electrónico como a la web.
«De las muestras que teníamos montadas en salas logramos subir Firmeza, de Marta María Pérez; Ars Longa, de Toirac, y La Habana vista a través de cinco siglos, que dedicamos a la capital en sus 500 años. También dimos a conocer en las plataformas digitales cápsulas con breves entrevistas no solo a artistas sino a personas emblemáticas que han trabajado en el Museo, como María Castro y Olga López Núñez.
«Aprovechando toda esa experiencia. en este momento estamos preparando dos exposiciones online, no de muestras físicas sino creadas específicamente para el espacio virtual. La primera estará dedicada a Carlos Enríquez, programada para el 3 de agosto cuando se cumplen 120 años de su nacimiento; y la segunda, al centenario de Roberto Diago.
«Durante estos meses muchos de nuestros especialistas han realizado su labor desde las casas. En la institución hemos mantenido solo un equipo indispensable para garantizar la seguridad de las obras, el registro, control y conservación, inventario, limpieza.
«No podíamos cerrar a cal y canto, porque hay que proteger nuestro patrimonio. Estamos hablando de casi 49 000 piezas. Organizamos el teletrabajo en las áreas donde había posibilidades y lo mantendremos hasta que entremos a la segunda fase».
―¿Qué pasará con los esperados talleres infantiles?
―No serán con la habitual masividad acostumbrada. Concentrábamos casi 300 niños y las inauguraciones eran muy concurridas porque asistía, además, la familia. El departamento Educacionales establece ahora su vínculo con los pequeños a través de las redes sociales. Queremos incorporar la plataforma Telegram, que permite desarrollar acciones educacionales.
«En la segunda fase empezaremos a trabajar con grupos reducidos de niños. Seguimos pensado y rediseñando esta actividad para no detenernos, pero teniendo en cuenta todo lo que ha trazado el país para cada etapa».
