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El arte va contigo

De sus inicios, formación, influencias, próximas presentaciones y más nos contó el joven músico cubano en una entrevista a muchas manos desde la Redacción Digital de JR

 

Autor:

Leyanis Infante Curbelo

 

Sin dudas es una de las revelaciones de la escena musical cubana en este 2018. Erik Alejandro Iglesias Rodríguez —conocido artísticamente como Cimafunk— se ha colado en la preferencia de un público cada vez más amplio y variado. El mismo que hace dos semanas abarrotó los Jardines de la Tropical convidando a disfrutar en vivo y a todo color del autor intelectual de esas contagiosas melodías que se mueven entre el afrofunk y los más tradicionales géneros nacionales.

Su primer fonograma, Terapia, grabado de forma independiente en 2017, inició su recorrido a través, fundamentalmente, de presentaciones en vivo en diversos espacios de la capital y varias provincias del país. Temas como Me voy, Paciente, Ponte pa’ lo tuyo y la balada Voy a parar el tiempo han captado la atención y el interés de una audiencia amplia y heterogénea, e incluso de la crítica.

Al cierre de 2018, el saldo ha sido más que positivo para Cimafunk: obtuvo el puesto cimero en el concurso Primera Base del Festival Havana World Music, fue ganador del Gran Premio Cuerda Viva en la categoría Agrupación Novel y nominado en la de Funk, como mismo estuvo en la competencia del Cubadisco 2018 en el apartado de Música Fusión.

Recientemente nuestros lectores tuvieron la oportunidad de enviar sus preguntas y comentarios a este joven artista. Abundaron las felicitaciones por el trabajo realizado hasta ahora y hubo hasta quienes consideraron que sus letras a veces rozan la vulgaridad, pero la mayoría de las personas quiso conocer sobre su formación, inquietudes creativas, influencias musicales, aspiraciones y futuras presentaciones en la Isla. 

Erik comenzó sus estudios universitarios en la provincia de Pinar del Río, pensando que se convertiría en médico, pero nunca terminó. Sobre esta reorientación profesional hacia la música y el apoyo recibido por su familia le comentó a «maryblues». «Lo de la Medicina fue bien loco, pero al final ellos (la familia) siempre me apoyaron y me aconsejaron. Hay que hacer lo que uno quiere, por lo menos tratar. Mis “puros” son gente con sabiduría de la vieja y entienden todo».

Lo del canto, le explicó a «TRR» se inició en la iglesia del barrio y luego lo intentó como aficionado en el preuniversitario y la universidad, hasta que decidió dejarlo todo y venir para La Habana. «Aquí hice varias cosas hasta que empecé a ser parte de los coros de artistas como Raúl Paz y David Torrens, entre otros, hasta que me puse pa’ lo mío».

De formación completamente autodidacta, Erik no ha estudiado música, «lo que toco de guitarra y bajo es muy poco, solo para producir una canción. La voz la he ido trabajando poco a poco, intentando lograr sentirme más y más cómodo; el cuerpo solo fue buscando un mecanismo sabroso y natural para proyectar la voz», agregó en respuesta a otro lector.

A la pregunta de «Malena» sobre el camino que se recorre en la música cuando no se proviene de la academia y las posibles ventajas o desventajas de su condición autodidacta opinó que, aunque considera la academia importante —él mismo ha comenzado a planificarse para estudiar música en casa—, pues el arte en general es una expresión humana que va mas allá de un sistema pedagógico.

«El arte está en cada persona. Eso va contigo, no hay una estrategia más lógica para lograr aceptación que aceptarse uno mismo y “descargarse”. Lo único que puede llevarte al éxito, seas o no de la academia, es gozarte a ti y a la gente, estar dispuesto a comunicar desde una experiencia propia, decir la verdad sobre ti y dar a saber que eres tu fan número uno.

«Eso, y levantarte todos los días súper temprano, armar un equipo de personas que te entienda y te quiera, escribir todo en un calendario, ensayar, no parar de crear, hacer ejercicio físico, alimentarte sano, dejar de fumar, beber mucho menos, dormir al menos ocho horas, trasnochar y mataperrear menos… y otras cosillas más. Al final es tomárselo en serio. La escuela es importante, pero más importante es estar convencido y seguro de uno mismo».

La propuesta de Cimafunk va más allá de lo netamente musical para abarcar también el ámbito de lo estético, a través de un vestuario con marcado estilo setentero, y una proyección escénica en consonancia. Quizá por esa fuerza que desprende, ante la pregunta de si se consideraba a sí mismo un showman, no dudó en responder que sí, «creo que en el momento en que te subes al escenario ya eres una persona haciendo un show… mal o bien ya estás ahí y es lo que eres», dijo.

A «Miriam», como a muchos otros cibernautas, la curiosidad le dio por querer los detalles del significado de su nombre artístico, a ellos les explicó: «Cima viene de cimarrón y Funk… es un estilo musical. La mezcla expresa algo que creo que soy: una combinación de música afrocubana con el funk, ahí va tanto sonido como estética, y por supuesto discurso».

Acerca de sus géneros favoritos indagó, además, la misma lectora: «Son muchos, me gusta todo y paso por etapas de escuchar y fanatizarme con un género y luego sigo hacia otro, es mucha información de la cual me enriquezco. Pero, bueno, dentro de lo que más sigo están el Benny, Rolando la Serie, Papines, Van Van, Fela Kuti, MC Galaxy, Rolando Berrío, James Brown, Ohio Players, Sly & the Family Stone, Maceo Parker, Prince y muchos más».

Ritmo y letras pegadizos han hecho que Cimafunk tampoco haya pasado inadvertido para los más pequeños. Un ejemplo de ello fue su reciente presentación en el centro a+ Espacios Adolescentes, en La Habana Vieja, como parte de las celebraciones por el Día Mundial del Niño y el primer aniversario de ese proyecto comunitario.

De lo anterior dan fe «SaraL» y «lise», quienes cuentan que sus hijas de cuatro y tres años, respectivamente, cantan todo el tiempo el estribillo de Me voy. «Lo mejor que me pudo haber pasado es que los niños gocen tanto de mi música», aseguró con satisfacción. «Es increíble cómo se la saben, estoy analizando otra vez el tema para ver qué tiene que les gusta tanto».

Entre quienes lo congratulan se encuentra «carlosvaradero», el cual reconoce haberse sentido identificado desde el primer momento con Me voy. «Es bueno para la música cubana que dentro de tanta difusión de reguetón que llega hasta el cansancio, haya otros géneros que acaparen también el gusto de la mayoría», comentó. Lo mismo piensa «florecita», quien afirma: «es tan lindo sentir las vibraciones del cuerpo cuando se escucha algo tan pegajoso», y le deseó que siguiera cosechando éxitos y que se «mantenga en el camino correcto».

«Teresa» se siente feliz de que sea un pinareño más «que se cuela en la lista de favoritos: Mayito y Yeny Van Van, Wil Campa, Abel Prieto, Raúl Paz y hay muchos más; ¡qué linda es mi tierra, caballero, no solo es tabaco, somos buenos en una pila de cosas!».

Por su parte, y en el otro extremo, a «René Parapal» le preocupa «que lo ponderen como ejemplo de lo que es una buena canción», al referirse al registro que utiliza en las letras de sus composiciones. «Revisen, por favor, ¿o entonces esas letras de reguetón también son buenas?», se pregunta. 

Al respecto Erik recordó a grandes como el Guayabero, los Van Van, Nueva Generación (NG) y Rolando La Serie, cuyas letras están «basadas en experiencias reales de la vida diaria…, por eso la gente las entiende y las hace suyas, porque retrata la manera en la que se habla.

«No todo tiene que ser lo rebuscado o lo clásico. Yo no me considero vulgar, creo que en mi discurso se ve bien claro el juego de palabras fluyendo, con el objetivo de lograr un mensaje real, de la cotidianidad. Yo no estudio letras ni nada por el estilo, solo ando en la calle y me alimento de la realidad de la vida. Pero eso no quiere decir que mis letras tengan que ver con las de reguetón, aunque también debo decir que existen letras de reguetón que no son vulgares.

«El arte es una traducción de la expresión de la gente, al menos el mío. Yo escribo mis letras basándome en experiencias que son reales, que me son cercanas o he vivido. Ocurre que lo que yo siento y quiero es bien parecido a lo que siente y quieren casi todos. Hablamos el mismo lenguaje, están los extremos, pero me parece que si usted escucha bien lo que digo en mis canciones y luego se escucha a sí mismo y a lo que lo rodea, notará que estamos en la misma sintonía. Un ejemplo es Ponte pa’ lo tuyo, el segundo tema de mi álbum Terapia».

A parte del ejército de fans que lo sigue e indagó por las futuras presentaciones, entre ellos «Boris», desde Pinar del Río, y «TaniaMtzas» de Matanzas, Cimafunk le echó un cubo de agua fría, al decirle que hasta el momento no tiene nada planificado en relación con la tierra vueltabajera que lo vio nacer, «pero quiero entrarle a mi ciudad como va… con todo lo que hace falta». Para la Atenas de Cuba hay esperanzas: ha previsto actuar allá el 29 de diciembre, así que les recomendó a los interesados mantenerse al tanto a través de su perfil de Facebook, y así se despidió de todos y se fue para alguna casa.  

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