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CIEGO DE ÁVILA.- El Teatro Principal de Ciego de Ávila cumplió 90 años. Considerado como uno de los escenarios emblemáticos de las artes escénicas del país, ese inmueble recibe con toda razón el calificativo de «Coliseo Avileño» y «Lugar de los Grandes Acontecimientos».
Una tradición oral devenida casi en leyenda señala su origen en una disputa: en 1922, doña Ángela Hernández, miembro de una acaudala familia de la región, llegó al teatro Iriondo para disfrutar de la actuación de la artista mexicana Esperanza Iris y encontró su palco ocupado.
En medio de la ira, juró construir un teatro más grande y vistoso para ver algo que valiera la pena, en el momento en que ella lo deseara ver. Cierto o no, en octubre de 1924 comenzaron las construcciones a partir de los modelos traídos de Italia por uno de los hijos de doña Ángela.
Su inauguración ocurrió el 2 de marzo de 1927 y desde esa fecha han actuado personalidades como Jorge Negrete –en su primera gira por Cuba-, Libertad Lamarque, la Orquesta Sinfónica de Berlín o figuras nacionales como el pianista Eliseo Grenet, Frank Fernández y actores como Rita Montaner, Enrique Arredondo y Rosita Fornés.
De acuerdo con documentos de la Dirección Provincial de Patrimonio, el Teatro Principal de Ciego de Ávila es un fiel exponente del estilo ecléctico y su construcción, a la vuelta de 90 años, atesora gran parte de sus estructuras originales, como el pórtico de la entrada, los mármoles italianos y el decorado interior con sus frisos, máscaras y las inmensas estatuas de yeso, que aún siguen impresionando a los visitantes, como uno de los recuerdos inolvidables de un edificio que ya no es solo arte sino también identidad de una provincia.
