Congreso de la UNEAC Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:47 pm
Hemos estado unidos en lo esencial, en el apego a los valores más legítimos de la cultura y en la reafirmación de la identidad espiritual de nuestro pueblo, expresó Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) durante la apertura del VIII Congreso de la organización, que dio inicio este viernes en el Palacio de Convenciones de La Habana.
«La Uneac es el Moncada de la cultura. Asaltamos los cuarteles de la ignominia, de la estulticia, de la mediocridad, del lacerante coloniaje cultural. Tenemos que ser consecuentes con ello», señaló Barnet, quien recordó que en 1961 comenzó un capítulo nunca antes transitado por los escritores y los artistas cubanos.
«No existe en ningún otro rincón de la Tierra una organización como la nuestra, que convoque a la vanguardia artística e intelectual en todas sus disciplinas.
«Palabras a los intelectuales, de Fidel, abrió un camino nuevo en la cultura cubana, con una incidencia directa en la población, depositaria de un patrimonio vivo que era necesario rescatar. El impulso creativo de aquel discurso alimentó un espíritu unitario que hizo que la mayoría se identificara con él».
El Premio Nacional de Literatura recordó también la época en que muchos escritores y artistas cubanos vivían en un estatus de desamparo social, aislamiento y olvido. «Revertir aquella situación constituyó una de las razones primarias de nuestra organización», enfatizó.
Al informar sobre lo que ha sido la organización en estos últimos seis años, Barnet abordó, entre otros temas, el proceso de perfeccionamiento acontecido en su seno de la Uneac. Dijo que se ha fortalecido el trabajo en equipo y se cumplió rigurosamente el cronograma de las sesiones del Secretariado y la Presidencia.
Apuntó que antes del VIII Congreso se realizaron ocho Consejos Nacionales en los que se debatieron sobre una vasta agenda de la realidad social y cultural, con especial énfasis en temas importantes como arquitectura, urbanismo, problemática racial, economía de la cultura, trabajo comunitario, Ley Tributaria y política internacional.
Explicó que asuntos sensibles se han dilucidado con las más altas instancias de la dirección del país, sin eslabones intermedios.
«La transparencia ha contribuido al retroceso de antiguos prejuicios y rezagos burocráticos, garantía de un diálogo verdaderamente franco y plural».
Por otro lado destacó que con el apoyo del Ministerio de Cultura y su Comisión Nacional de Patrimonio, se logró declarar Monumento Nacional al edificio de 17 y H que ocupa la sede de la Uneac en la capital. Señaló que se abrieron espacios de debates en varias Asociaciones Nacionales y provinciales y se creó la Comisión Aponte, para abordar los temas relacionados con la discriminación y los prejuicios raciales.
Resaltó, además, la creación de premios internacionales, con el propósito de visibilizar a la organización y realzar figuras que encarnan valores de la cultura universal que han sostenido vínculos profundos con nuestro país.