Llevar la poesía a las comunidades, hacerla parte del paisaje urbano y promover la lectura y el rescate de los valores a través de ella, es el propósito principal del proyecto Acción poética, iniciativa que comenzó en Monterrey, Nuevo León, México, en 1996, y tiene seguidores en más de 20 países latinoamericanos y en España.
Este movimiento, fundado por el poeta mexicano Armando Alanís Pulido, interviene el espacio público con versos de amor o mensajes optimistas, que se estampan con letras negras en mayúscula, sobre muros blancos. La idea es masificar la poesía, hacerla llegar a todos los públicos, llenar las calles de belleza y amor. Su frase característica es Sin poesía no hay ciudad, dijo a JR el argentino Carlos Laje, quien ha venido a La Habana con el objetivo de plantar aquí la semilla de Acción poética.
La poesía, dijo, no solo sirve para enamorar y decir palabras bonitas. «Es también un instrumento de lucha, un arma para defender los valores más genuinos del ser humano y de una revolución como la de ustedes, que es ejemplo e inspiración para todos los países del mundo».